La ONCE dedicará el cupón correspondiente al sorteo del lunes 23 de septiembre a los Relojes de La Concha de la capital guipuzcoana, cuya imagen aparece en un total de 5,5 millones de cupones dentro de la serie titulada “Ciudades en punto y hora”.
Los detalles del cupón han sido presentados en la rotonda de los Relojes de La Concha esta mañana por el Alcalde de Donostia Eneko Goia, el Delegado territorial de la ONCE en Euskadi, Juan Carlos Andueza y el director de la Dirección de Apoyo de la ONCE Roberto Doval.
Con esta serie de cupones dedicada a un total de 50 relojes, que arrancó el pasado mes de marzo y concluirá a finales de 2020, la ONCE quiere recordar la función que realizan algunos de los más emblemáticos, que fueron y en ocasiones siguen siendo guía y punto de información.
Al ser un cupón de Diario, abonando 1,50€ se podrán ganar 55 premios de 35.000 euros, a las cinco cifras. Y abonando 2€ se podrá optar a La Paga, lo cual implica ganar 3.000 euros al mes durante 25 años.
En el País Vasco el número de personas afiliadas asciende a un total de 3.400, además de emplear a cerca de 540 agentes vendedores para la comercialización de los productos de juego. En lo que va de año, la ONCE ha superado los 21 millones de euros repartidos en premios en la Comunidad Autónoma Vasca, mientras que cerró 2018 con su récord histórico con un total de 37 millones de euros.
La ONCE dedicó el cupón del 29 de julio de 2014 a la Playa de La Concha, y en esta ocasión se fija en uno de los elementos arquitectónicos más destacables de la ciudad: los Relojes de la Concha.
El aspecto que actualmente muestran es el resultado de la remodelación acometida en 1910 por el entonces arquitecto municipal Juan Rafael Alday Lasarte. A comienzos del siglo XX, en pleno crecimiento de la ciudad, se estimó necesaria la ampliación del paseo de La Concha. El citado arquitecto diseñó un voladizo que ensanchaba dicho paseo en más de 5 metros. Bajo el mismo se colocaban las nuevas cabinas de bañistas.
Alday se encargó del diseño de los principales ornamentos del nuevo paseo tales como la barandilla, las vistosas farolas que flanquean una de las rampas de acceso a la arena, así como los dos obeliscos, conocidos como “los relojes”, ubicados donde anteriormente estaban las casetas de baños. Inicialmente no estaban coronados con instrumento alguno, pero más tarde en uno de ellos se instaló un reloj y en el otro un barómetro, coronados ambos por sendas veletas. En el caso del barómetro las indicaciones de la presión atomosférica están graduadas tanto en milímetros de mercurio como en hectopascales.
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