(EFE). El convenio de hostelería de Gipuzkoa, el primero en España que recoge la obligación de los camareros de fichar las entradas y salidas del trabajo, ha sido firmado este viernes por todos los sindicatos y la patronal, que ponen fin así a trece años sin marco laboral en un sector con 18.000 trabajadores.
El acuerdo, que incluye también importantes subidas salariales, ha sido rubricado este mediodía en San Sebastián por ELA, LAB, CCOO y UGT y por la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa, cuyo secretario general, Kino Martínez, ha valorado el texto acordado.
Kino Martínez ha destacado, en declaraciones a EFE, la trascendencia del convenio firmado que «pone fin» a un período de trece años sin una «regulación específica para el sector de la restauración» y que tiene gran «trascendencia», ya que afecta a unos «18.000 trabajadores por cuenta ajena» en este territorio.
Martínez ha opinado que el articulado tiene en cuenta además las tres crisis -financiera, covid y energética- que han azotado al sector al no contemplar, por ejemplo, el abono de atrasos, al tiempo que ha puesto de relieve los «avances sociales» incorporados en el documento con protocolos contra el acoso sexual y vigilancia de la salud.
En cuanto a los fichajes, Kino Martínez ha explicado que el control horario era obligatorio desde la entrada en vigor del decreto de 2019, pero ha señalado que la «novedad» en este caso es que queda plasmada en el convenio de Hostelería de Gipuzkoa, el primero en España que recoge expresamente la medida.
Ha precisado que el registro telemático de los horarios será obligatorio en un plazo de un año en todos los establecimientos de seis o más trabajadores, aunque no se aplicará en el caso de que el propietario tenga más de 61 años.
El secretario general de la asociación de Hostelería ha opinado que esta medida no implicará grandes cambios en el sector ya que, según asegura, la mayoría de los locales afectados ya lo está haciendo.
ELA, sindicato mayoritario en el sector, que alcanzó el preacuerdo con la patronal, suscrito finalmente por todos los sindicatos, ha asegurado que con este acuerdo «histórico» se ha conseguido «dar un paso en la dignificación de las condiciones del sector», también en materia de salarios.
El acuerdo, que estará vigente hasta 2026, con efectos aplicables desde el 1 de marzo, parte de un incremento salarial para el presente año del 12 % respecto a las tablas actuales, que datan de 2010.
En cada uno de los tres años restantes de duración del convenio, se establecen subidas salariales del IPC más el 3 %, con un tope del 6 %.
En el caso de que en cada año se superarse ese tope del 6 %, la cantidad excedente se actualizaría en 2027, según datos de ELA.
LAB, por su parte, ha expresado, en una nota, su satisfacción por haber «suavizado la precariedad en un sector que necesitaba urgentemente ser regularizado», pero ha cargado contra ELA por su «falta de confrontación y movilización».
Esta central entiende que con «movilizaciones en las calles habrían conseguido que no se dieran pasos atrás en ciertos artículos como las bajas, la antigüedad o la creación de un nueva categoría de aprendiz».
LAB ha advertido de que seguirá siendo una «herramienta eficaz al alcance de los trabajadores del sector con el objetivo de que se garantice íntegramente la aplicación del nuevo convenio».
El nuevo marco laboral ha sido firmado «in extremis» por UGT que, según ha explicado en un comunicado, ha logrado en el «último momento» que se «apliquen las tablas de restauración social estatal al personal de colectividades».
UGT ha dicho que ha firmado el convenio por «responsabilidad con los trabajadores» pese a entender que es «francamente mejorable» y se ha comprometido a trabajar por la «mejora de los derechos sociolaborales» en el sector.
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