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El cine la sangre altera

10 películas para celebrar la llegada de la primavera

De ‘Cantando bajo la lluvia’ a ‘Amélie’, desde el género musical a la comedia pasando por el melodrama, el séptimo arte está lleno de pequeñas ‘joyas’ que invitan a disfrutar de esta bonita estación del año

‘Amélie’, de Jean-Pierre Jeunet

La naturaleza poco a poco sale de su largo letargo invernal. Con el florecimiento de los primeros árboles y flores, con la llegada de temperaturas más cálidas y más horas de luz comienza la primavera y algo en el ambiente está más alegre. Apetece reír, disfrutar de la vida y, por qué no, enamorarse. Dentro de las limitaciones que ofrece la pandemia, el cine también puede ser una buena forma de celebrar su vuelta. He aquí 10 películas de distintas décadas que, por su vitalista temática, su apuesta visual llena de colorido o porque están ambientadas en ella, nos recuerdan el viejo dicho popular de que “la primavera la sangre altera”.

solo nos queda bailar 1 - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 1.Sólo nos queda bailar’, Levan Akin (2020)

El año 2020 fue para olvidar, pero una de las grandes sorpresas y de las pequeñas alegrías cinematográficas que dejó fue ésta: ‘Sólo nos queda bailar’. Estrenada en cines unas semanas antes de la llegada de la pandemia, el filme narra el hermoso autodescubrimiento personal de Merab (Levan Gelbakhiani obtuvo por este papel el premio al Mejor Actor en la Seminci 2019). Estudiando y ensayando durante desde niño para ser una gran estrella de la Compañía Nacional de Danza de Georgia junto a su novia y pareja de baile (Ana Javakishvili), la llegada de Irakli (Bachi Valishvili), un carismático rival, pondrá en peligro su puesto en la compañía iniciando con él una fuerte competencia, pero al mismo tiempo sintiendo una extraña fascinación. Al frente del guión y la dirección se encuentra el director sueco Levan Akin, de origen georgiano, que tuvo que lidiar con muchos problemas para conseguir rodar esta historia que habla del descubrimiento de uno mismo en un mundo cerrado y conservador como el de la danza tradicional de ese país.

En un Tiflis premeditadamente ausente de fotogenia, la belleza de esta película emerge precisamente del hermoso vínculo y la manifiesta química que surge entre los dos protagonistas. No puede decirse que ‘Sólo nos queda bailar’ proponga una historia original, pero sí que está narrada de una forma tan absolutamente pasional, con tanta elegancia, cariño hacia los personajes y brío que se convierte en una película deliciosa. Destaca también la frescura con la que están rodadas muchas de las escenas de baile y, especialmente, la última, ese particular empoderamiento de Merab en la prueba de ingreso en la compañía que recuerda, por ese significado de lucha y esfuerzo por cumplir un sueño pese a todo (¿homenaje tal vez?), al número final de la mítica ‘Flashdance’ (1983) de Adrian Lyne.

El final es lo de menos, lo que nos queda después de ver este filme son muchas dosis de energía positiva y el convencimiento de que  nada, ni los prejuicios, ni la tradición ni mucho menos la represión, están por encima del amor, la familia, la amistad o la dignidad personal.

su juego favorito 1 - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 2. ‘Su juego favorito’, Howard Hawks (1964)

Hay algo incluso mejor que una película de Howard Hawks (‘Sólo los ángeles tienen alas’, ‘El sueño eterno’, ‘Río Bravo’, ‘El dorado’): las comedias de Howard Hawks, y ‘Su juego favorito’ es, sin duda, una de las más logradas. Recupera el estilo alocado de uno de sus más celebrados filmes ‘La fiera de mi niña’ y demuestra que siempre nos harán reír las mismas cosas, es decir: alguien en apuros. Y, en este sentido, Roger Willoughby (espléndido Rock Hudson) lo está y mucho especialmente cuando comienza la temporada de pesca. Dependiente en unos grandes almacenes, todos lo tiene por un gran pescador. El problema es que no tiene ni idea de cómo manejar la caña y el sedal y no sabe cómo salir del entuerto en el que le ha metido una aguerrida publicista (Paula Prentiss) apuntándole a un concurso de pesca de gran repercusión.

Desternillante comedia por la que no pasa el tiempo. Ya sólo ver a un oso ayudándole (sin querer) a pescar y montando en moto merece la pena. La música de Henry Mancini es un plus añadido.

La la land 1 - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 3. ‘La La Land’, Damiel Chazelle (2016)

‘La La Land’ comparte con ‘Cantando bajo la lluvia’ haber revitalizado el género musical en su momento tras su exitoso estreno y retratar el cine dentro del cine. Pero hasta ahí todo el parecido. ‘La La Land’ es hija de su propia época, con una narrativa diferente, mucho más compleja, y una apuesta visual absolutamente distinta. Porque en este maravilloso filme que, a su pesar, será recordado por el incidente de los sobres en la ceremonia de los Oscars (el premio a la Mejor Película fue realmente para la también maravillosa ‘Moonlight’) hay, en realidad dos películas: lo que es y lo que pudo ser, porque en la ciudad de las ‘estrellas’ soñar es algo tan real como la imposibilidad de alcanzarlo. Arrancando con el más dinámico y llevadero atasco de carretera del mundo, ese maravilloso ‘Another day of sun’ que, por sí solo, ya le serviría al filme para pasar a los anales del mejor cine de género musical, continuando con el precioso ‘City of stars’ que canta Ryan Gosling en el embarcadero o ‘The fools who dream’, con el que Emma Stone ganó por derecho propio su Oscar a la Mejor Actriz, entre otros muchos números, ‘La La Land’ añade a lo estrictamente musical una gran fuerza visual construida por esos azules, amarillos y verdes que predominan en vestuario y decorados (el filme ganó un merecidísimo Oscar al Mejor diseño de producción, uno de los seis que obtendría incluido Mejor Director, Fotografía y Banda Sonora y Canción) y, sobre todo, una gran capacidad de conexión con el espectador a través de la historia de Sebastian, un pianista de jazz, y Mia, una aspirante a actriz, que tendrán que elegir entre el éxito o el amor. No es casualidad que el mítico filme ‘Casablanca’ pulule durante gran parte de esta película.

que me pasa doctor - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 4. ¿Qué me pasa, doctor? Peter Bogdanovich (1972)

Howard Bannister (Ryan O’Neill) es un musicólogo tímido y muy serio que viaja a San Francisco para conseguir una beca de investigación. Pero en su camino se topa accidentalmente con Judy Maxwell (Barbra Streisand) todo un torbellino que pondrá patas arriba su vida nada más conocerse. En la tradición de la loca comedia americana y, en especial, como homenaje a ‘La fiera de mi niña’ de Howard Hawks, Peter Bogdanovich (‘La última película’, ‘Luna de papel’) crea en ‘¿Qué me pasa, doctor?’ una divertidísima comedia en la que puertas que se abren y cierran, el mobiliario, los variopintos personajes, algunas tartas voladoras, las empinadas cuestas de San Francisco y absolutamente cualquier cosa que entre dentro del plano tienen un mismo objetivo: hacer reír.  El resto lo ponen unos chispeantes diálogos, ingeniosas situaciones argumentales y el buen hacer de todo el reparto hasta alcanzar el ‘clímax’ de lo divertido en la escena del juzgado…  ‘¿Qué me pasa, doctor?’ es una de esas películas que funcionan sincronizadamente como un mecanismo de relojería y demuestran que los buenos ‘gags’ (la escena de la persecución en bicicleta y de los operarios que transportan un gran cristal) siguen funcionando pasen los años que pasen.

el perro - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 5. ‘El perro del hortelano’, Pilar Miró (1996)

Al hilo del éxito de ‘Cyrano de Bergerac’, de Jean-Paul Rappeneau, o de las adaptaciones shakespearianas de Kenneth Branagh en la década de los 90, Pilar Miró concibió esta película como un intento de poner en valor y, al mismo tiempo, sacar partido del ingente patrimonio literario del Siglo de Oro, especialmente, del inmenso talento del Fénix de las Ingenios, el gran Lope de Vega. El resultado fue una vitalista y notable película en la que el colorista y exquisito vestuario de Pedro Moreno (ganó el Goya, uno de los siete, incluido Mejor Dirección, Actriz, Guión Adaptado o Fotografía, que consiguió el filme) y los hermosos palacios de Sintra y Lisboa donde se llevé a cabo el rodaje, imprimen una hermosa, alegre y festiva atmósfera a esta divertida historia de enredos amorosos magistralmente protagonizada por Carmelo Gómez, Emma Suárez.

Uno de los objetivos de Pilar Miró y de Rafael Pérez Sierra al adaptar la comedia de Lope fue precisamente que los diálogos en verso pudieran ser entendidos por el público y en eso pusieron también buen empeño y cuidado todos los (brillantes) miembros del reparto. Lo consiguieron. El filme fue uno de los más taquilleros del año.

esplendor en la hierba 2 - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera

6. ‘Esplendor en la hierba’, Elia Kazan (1961)

“Aunque ya nada pueda devolver/ la hora del esplendor en la hierba/ de la gloria en las flores, /no hay que afligirse porque la belleza/ siempre subsiste en el recuerdo…”. Difícil contener las lágrimas cuando Natalie Wood lee este poema de William Wordsworth en una de las escenas más recordadas de esta maravillosa película de Elia Kazan (‘Un tranvía llamado deseo’, ‘Viva Zapata’, ‘La ley del silencio). Deanie, el personaje al que da vida, lo lee en clase de literatura ante sus compañeros de instituto. Algo en ella se quiebra en ese momento. Su vida se ha desmoronado.

Ninguna película ha conseguido retratar con tanta sensibilidad como ‘Esplendor en la hierba’ la intensidad del primer amor, tampoco ilustrar con la misma pasión y delicadeza el descenso a los infiernos que puede provocar su pérdida. “Yo no tengo orgullo. Quiero morirme… Sólo quiero morirme”, le gritará Deanie a su madre en otra de las escenas más dramáticas del filme. En un contexto de puritanismo, represión sexual y salvaje ambición social y económica, Deanie y Bud (Warren Beatty) serán las víctimas de una sociedad cruel e insensible. Una fuerte crisis nerviosa y el crack del 1929 serán, respectivamente, la única forma de escapar de su yugo, pagando ambos, no obstante, un alto precio.

Quien pueda contemplar la última escena del filme sin emocionarse muy probablemente sea un robot… Porque en esta poética película es casi imposible no identificarse con la historia, recordar a los Buds o a las Deanies que cada cual ha tenido en su vida. Y todo ello es gracias a Natalie Wood, sobre la que descansa prácticamente toda la película. Ella es el alma de esta historia y con ella siempre recordaremos, desde la nueva primavera de nuestras vidas, aquel antiguo y ya inalcanzable esplendor en la hierba.

el hombre tranquilo 1 - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 7. ‘El hombre tranquilo’, John Ford (1952)

Sólo cabe un calificativo para este filme: “Homérico”, como diría uno de sus personajes, ese simpático casamentero, al que da vida Barry Fitzgerald. Y no es para menos, porque todo en ‘El hombre tranquilo’ es digno de los más legendarios anales de la Historia del Cine. John Ford brinda en esta película una historia con sabor a la Irlanda tradicional, personajes inolvidables (la Mary Kate Danaher de mucho rumbo, orgullo e ideas fijas que interpreta Maureen O’Hara, por ejemplo), buen humor, diálogos ingeniosos, buenos sentimientos… Y todo ello rodado con la sensibilidad disfrazada de eficiencia y sobriedad que siempre imprimía Ford (‘La diligencia’, ‘Centauros del desierto’, ‘Mogambo’) a sus filmes. Otro de los grandes del cine, Steven Spielberg, homenajeó en ‘E.T.’ unas de las escenas más populares y bonitas de ‘El hombre tranquilo’, el beso en la tormenta, sólo una de las increíbles secuencias que atesora este filme que es para celebrar como haría un buen irlandés después de su visionado.

cantando bajo la lluvia - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 8. ‘Cantando bajo la lluvia’ Stanley Donen y Gene Kelly (1952)

La escena de Gene Kelly cantado, bailando y chapoteando bajo la lluvia es una de las más icónicas del género musical y de la propia Historia del Cine, pero no el único atractivo de esta genial película llena de brillantes números de baile y cante. Desde el simpático ‘All I do is dream of you’ en el que Debbie Reynols sale sorpresivamente del interior de una tarta, al no menos mítico ‘Make’em laugh’ de Donald O’Connor, o el maravilloso ‘You were meant for me’ que le canta Gene Kelly a Debbie Reynolds entre otras melodías que fueron muy famosas en torno a los años 30 del pasado siglo. Se canta y se baila sobre todo cuando se es feliz y eso, felicidad, es lo que rezuma esta película que, al margen de su carácter musical, es también una divertida comedia gracias a su magnífico guión. Ambientada a finales de los años 20 del pasado siglo durante un crítico momento en la historia de Hollywood, la llegada del cine sonoro, ‘Cantando bajo la lluvia’ cuenta la historia del actor Don Lockwood (Gen Kelly) que conforma con la delicada Lina Lamont (Jean Hagen) una de las parejas del celuloide más taquilleras de su época. No obstante, su última película, ‘El caballero duelista’, tiene que rodarse de nuevo tras el éxito de ‘El cantor de jazz’ y el deseo del público de ver más películas sonoras. Sólo hay un problema: Lina Lamont tiene una voz horrible… Entre tanto, Lockwood conocerá a una joven aspirante a actriz, Kathy Seldon (Debbie Reynolds), y comprobará que cantar y bailar bajo la lluvia sólo puede significar una cosa: estar enamorado.

Merece la pena volver a ver de nuevo esta película bellísima por su colorista puesta en escena, su cuidada producción, porque irradia alegría, porque es una gozada… Sobran motivos para dejarse atrapar por la magia de esta película y ese bonito juego metalingüístico del cine dentro del cine.

una habitacion con vistas 1 - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 9. ‘Una habitación con vistas’, James Ivory (1985)

Llegas a la Florencia de principios del siglo XX desde Inglaterra en tu primer Grand Tour con tu excéntrica y encorsetada prima Charlotte a la pensión Bertolini y resulta que no tienes las buenas vistas de la ciudad desde la ventana que te habían prometido, así que das las vacaciones por arruinadas… o puede que no si tus compatriotas, el señor Emerson y su hijo George, te ceden amablemente sus habitaciones y si este último te besa sorpresivamente en un campo de flores en una excursión por la Toscana… Ése es precisamente el punto de partida de ‘Una habitación con vistas’, una brillante adaptación de la novela homónima de E.M. Forster.

Ese beso, una posterior fuerte tormenta y una serie de casualidades vinculadas siempre con Italia cambian no sólo el rumbo de la historia, sino la propia vida de la protagonista, Lucy Honeychurch, una joven presa del convencionalismo de la sociedad en la que vive que, como la legendaria ciudad de los Medici y los Pazzi, hallará (no sin errores, autoengaños, mentiras a sí misma y a su entorno) su propio Renacimiento.

Exquisitez no significa aburrimiento, el clasicismo tampoco es falta de originalidad, la elegancia no es sinónimo de ausencia de pasión o mojigatería. Y precisamente esos tres adjetivos, exquisito, clásico y elegante, son los que mejor definen y reivindican este magnífico filme que tuvo gran éxito de público en su momento y logró tres premios Oscar (Mejor Guión Adaptado, Mejor Diseño de Producción y Mejor Vestuario). Viendo ‘Una habitación con vistas’ se echan de menos las películas de James Ivory (‘Maurice’, ‘Regreso a Howards End’, ‘Lo que queda del día’), esos filmes impecablemente dirigidas, producciones hechas con mimo y mucho talento siempre con Ruth Prawer Jhabvala al guión y Ismail Merchant a la producción.

En ‘Una habitación con vistas’ también encontramos a unas talentosas ‘jovencitasHelena Bonham-Carter como Lucy, Maggie Smith en el papel de su prima Charlotte Bartlett y Judi Dench como la novelista romántica, así como a los no menos talentosos ‘jovencitosDaniel Day-Lewis, Simon Callow, Rupert Graves, así como Denholm Elliot (el siempre inolvidable amigo de Indiana Jones) y Julians Sands como el señor Emerson y George, respectivamente.

Amelie 2 - 10 películas para celebrar la llegada de la primavera 10. ‘Amélie’,  Jean-Pierre Jeunet (2001)

Pocas películas como ‘Amélie’ consiguen mantener la sonrisa desde los (preciosos) títulos de crédito iniciales hasta el final. Pocos filmes como ‘Amélie’ arropan tanto al espectador con esa mezcla de sentido del humor, delicadeza, ternura y originalidad. La historia de esta joven (maravillosa Audrey Tatou) que se propone la misión de hacer felices a los demás es, sin duda, una de esas películas a las que nos gustaría que se pareciera la vida real. Y no sólo en lo argumental, también en la estética, una de las arriesgadas apuestas de este filme que creó escuela. Porque ver el mundo con los filtros de ‘Amélie’ es transportarse a una primavera perpetua de colorido (esos hermosos verdes y rojos que predominan en el filme), cosas bonitas y optimismo. Cada plano, cada objeto de ‘atrezzo’, el propio vestuario o la fantástica música de Yann Tiersen aportan su granito de encanto a este filme sin caer en la ñoñería y creando la mejor presentación y guía turística de ese París que todos amamos.

Jean-Pierre Jeunet y Guillaume Laurant escribieron el guión de esta película galardonada con el Premio del Cine Europeo a la Mejor Película y al Mejor Director, entre otros premios, como una fábula, un cuento clásico con su narrador (simpático, irónico, poético a ratos), así como unos personajes un tanto gruñones y excéntricos pero entrañables (el pintor aquejado de la enfermedad de huesos de cristal que vive retirado del mundo copiando una y otra vez un cuadro de Renoir, la vendedora de tabaco hipocondriaca, el cruel frutero Collignon, el padre que no se explica cómo su enano de jardín está viajando por todo el mundo…) a los que Amèlie se ‘gana’ con su bondad y su poquito de mala leche, porque la verdad es que también tiene un toque muy ‘macarra’ . Y como en los cuentos, el filme tiene también su moraleja para la protagonista: no hay que tener miedo a tratar de ser felices. Porque Amélie, esa pizpireta chica a la que le gusta hundir la mano en los sacos de legumbres, partir el caramelo quemado de la crema catalana con una cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Martin, se ha enamorado de Nino (Mathieu Kassovitz), el coleccionista de fotografías rotas de fotomatón, pero no se atreve a dar el paso.

Hubiera sido muy fácil caer en el exceso o en lo ‘naif’, pero Jeunet, autor de otras ‘joyas cinematográficas’ como Delicatesen’, codirigida con Marc Caro, o ‘Largo domingo de noviazgo’, consigue dar a ‘Amélie’ no sólo el tono correcto, también el encanto y la fuerza visual que necesita esta historia de pequeñas magias cotidianas. Lo verdaderamente extraordinario de esta simpática y divertida película en la que más que espectador el público se siente cómplice de las confidencias del narrador y de las peripecias de Amélie es que conecta precisamente con lo mejor de cada uno de nosotros.


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