El chef José Andrés ha sido proclamado ganador del Basque Culinary World Prize 2020 por aportar una respuesta global y colaborativa desde la gastronomía a uno de los retos mundiales más apremiantes de la actualidad: la pandemia generada por el Covid-19. José Andrés encarna de manera contundente la implicación de la restauración a nivel internacional en tiempos de crisis. Ha inspirado a otros profesionales que se han implicado en diversas actuaciones y han puesto en marcha programas orientados a la reactivación del sector.
En medio de circunstancias excepcionales, BCWP anuncia hoy un ganador y 10 menciones especiales, reconociendo el valor de la gastronomía como sector afectado pero también como sector implicado en la reconstrucción que reclama la actual contingencia.
José Andrés, a través de su organización World Central Kitchen (WCK), ha movilizado a profesionales del mundo de la restauración en un despliegue sin precedentes, en el que la cooperación y cocreación establecida junto con liderazgos locales ha sido determinante. WCK ha desempeñado un papel relevante en diferentes situaciones de emergencia. Desde que la pandemia comenzó a golpear abiertamente en marzo, José Andrés activó World Central Kitchen, no solo en ciudades en todo EEUU sino también en España. Durante la pandemia se ha expuesto el crecimiento de una organización, que ha evolucionado y se ha convertido en un espacio colaborativo global entre cocineros y cocineras. Esto refuerza un ejercicio de cohesión, dinamización y articulación de auxilio desde la restauración sin precedentes.
Dueño de una amplia cadena de restaurantes en Estados Unidos, este cocinero asturiano apunta que “solo quienes trabajan en el sector de la restauración pueden ayudar a reactivar la economía mientras se reconstruyen, al mismo tiempo, las comunidades”. Fundada hace diez años, WCK ha intervenido en multitud de países y ha movilizado a miles de voluntarios y cocineros de todo el mundo.
Además el chef lleva años promoviendo reformas migratorias y mejoras laborales en el sector de la restauración, consciente de que la cocina puede ser un motor de cambio social.
El Basque Culinary World Prize es un premio único otorgado por el Gobierno Vasco en el marco de la estrategia integral Euskadi-Basque Country y por el Basque Culinary Center, institución académica líder en gastronomía. Un galardón que reconoce la labor de chefs con iniciativas transformadoras y que tiene una dotación económica de 100.000€ a un proyecto elegido por el ganador.
Tras la elección, Joan Roca, Presidente del Jurado del Basque Culinary World Prize, ha destacado: «Ante este año excepcional, nuestra responsabilidad tenía que estar a la altura de los desafíos actuales. Después de un intenso proceso de reflexión, hemos querido poner el foco del premio en el reto que afronta todo el planeta debido al Covid-19. Un desafío que el chef José Andrés ha afrontado con coraje, valentía y un esfuerzo titánico. Su admirable vocación al trabajo, su capacidad para lidiar con crisis humanitarias y su presente y evidente liderazgo han servido de fuente de inspiración para multitud de personas que se han sumado a su iniciativa World Central Kitchen alrededor de todo el mundo. Un proyecto que también ha visibilizado el trabajo de voluntarios que han convertido la gastronomía en una fuerte herramienta social».
Además de José Andrés, el jurado reconoce la labor de 10 chefs otorgando 10 menciones especiales a Mariana Aleixo, por su trabajo en la mayor favela de Rio de Janeiro con Maré de Sabores; Elijah Amoo Addo, por redoblar esfuerzos en Ghana a con su Food for All Africa. Greg Baxtrom, por liderar impulsos gremiales y asistenciales en Nueva York. Simon Boyle, por el socorro brindado a grupos desfavorecidos en Londres con Brigade. Tracy Chang, por usar su creatividad para conectar las capacidades de restaurantes en Estados Unidos con la necesidad de acceder a alimentos de grupos afectados por la crisis con Off Their Plate y Restore Us. Al colectivo Ghetto Gastro (integrado por los chefs Jon Gray, Pierre Serrao, Lester Walker y Malcolm Livingston), por la intensa lucha en pro de una mayor diversidad e inclusión racial en la gastronomía que con las protestas BLM solo profundizan. David Hertz, por la transformación de Gastromotiva en banco de alimentos y facilitador de iniciativas de todo tipo en comunidades populares de Brasil y México donde además instaló las llamadas Cocinas Solidarias. Ed Lee, por el inspirador trabajo comunitario en favor de los empleados de la restauración todo Estados Unidos. Juan Llorca, por ayudar a los padres durante el confinamiento con la alimentación de sus hijos. Y Nicole Pisani por la red de voluntarios con la que ha venido brindando alimentos a jóvenes cuya alimentación depende de lo que reciben en de cantinas escolares todavía suspendidas.
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