Leyenda viva de la ciudad, el club de jazz Altxerri abre una nueva etapa esta misma noche basado en tres pilares: calidad sonora, diversidad musical y recuperación del brillo perdido. El cambio tranquilo que promulgan sus nuevos inquilinos correrá a cargo del equipo del Dabadaba, quienes desde el respeto a la historia del emblemático club aportarán una mirada más “contemporánea” que dé cabida a propuestas que, por tamaño o estilo, escapan de la programación de la sala de conciertos de Egia y encajan mejor en el sótano al que se accede por la céntrica calle Reina Regente.
Distintas caras del jazz, de la música negra (del soul al hip hop), disco, ambient, música caribeña, world music, indie, rock, pop, tradición, experimentación… Iñaki Otalora, socio del Dabadaba, enumera los variopintos estilos que podrán degustarse en el Altxerri, “ampliando las esencias” del local y dándole un toque innovador con el que esperan captar a un público adulto sin cerrar, obviamente, las puertas a clientes más jóvenes. “Está pensado para que guste a todos los públicos posibles, desde gente que va al Nido o el Pokhara a un amplio abanico que deambula por lo Viejo y busca una música concreta”, precisa Otalora.
Los referentes son cercanos y también algo más exóticos. Iñaki Otalora menciona el Etxekalte y algunos bares que han ido cerrando sus puertas estos últimos tiempos en la Parte Vieja, como el añorado Eiger. Asimismo, pone énfasis en una nueva ola conocida como los “listening bars”, una corriente que se extiende por el mundo y que consiste en cuidar el sonido lo máximo posible. “La escucha tiene un lugar central en estos sitios. No podemos invertir 50.000 euros en un nuevo equipo musical, pero trataremos de que en el Altxerri la música suene lo mejor que podamos”, subraya.
El acercamiento entre los dueños del local (que incluye las dos plantas, sala de exposiciones y bar) y el Dabadaba ha sido muy natural, según Otalora. “Ellos están más centrados en el arte y buscaban un perfil concreto que les llevara el bar”. Su anterior responsable, Cristian Bazaes, estuvo al mando del Altxerri durante aproximadamente tres años, pero el parón del coronavirus y una programación musical intermitente y poco consistente acabaron con su aventura. En conversaciones con DONOSTITIK, Bazaes afirma que ha estado «de baja» por enfermededad durante un largo periodo de tiempo, lo que explicaría las dificultades por darle continuidad a su labor.
Con el acuerdo de arrendamiento, en un principio para cinco años, el Altxerri ha logrado atar una marca reconocida y acreditada como la del Dabadaba, en funcionamiento desde 2014. “Es lo que ha marcado la diferencia en su decisión”, asegura Otalora. Hacía tiempo que desde la sala de la calle Mundaiz buscaban un lugar alternativo y más acogedor para diversificar su programación. Lo intentaron con el Be! Club antes de la pandemia, pero el bar del paseo Salamanca está centrado en propuestas comerciales y en explotar su carácter mainstream. Las conversaciones no llegaron a buen puerto.
En el Altxerri, una alianza que se llevaba meses fraguando, tienen la oportunidad de reflotar uno de los pocos establecimientos musicales a los que la etiqueta “mítica” le hace justicia. La inauguración será hoy viernes, a las 22 horas. En los próximos días habrá djs (P3z, Gazta, Txalupa, Honeyboy) y los primeros conciertos (Nico Wayne Toussaint & Iker Piris, Afrojazz Trío) de la nueva era. En cuanto al horario, de momento abrirá a partir de las 20 horas, y están a la espera de que les concedan la licencia para terraza.
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