La mujer cuyo cadáver apareció ayer en Aizarnazabal podría ser una vecina de Donostia de 32 años que llevaba desaparecida desde el 1 de enero según ha dado a conocer la Ertzaintza.
En todo caso el cuerpo de seguridad investiga el hallazgo, que tuvo lugar por unos operarios que trabajaban en una zona de matorrales cerca del rio Urola y que avisaron a la Ertzaintza.
El cuerpo fue trasladado ayer para su análisis forense y para determinar las causas del fallecimiento.
La investigación abierta por la Ertzaintza sobre esta muerte mantiene, en estos momentos, todas las hipótesis abiertas.
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