La lectura es un hito reciente en la historia de la evolución humana. Lleva con nosotros desde hace alrededor de 5.000 años y, junto a la escritura, requiere de un intenso proceso de aprendizaje. Sin embargo, esos procesos llevados a cabo entre la infancia y la adolescencia todavía presentan muchas incógnitas.
Entender cómo el cerebro y regiones muy distintas del mismo son capaces de interactuar y ser entrenadas en un corto espacio de tiempo para poder juntar letras y sonidos hasta formar palabras y observar cómo se va desarrollando esta capacidad hasta llegar a la edad adulta es todo un desafío, ya que el cerebro no tiene la habilidad innata de leer.
Con el fin de conocer los mecanismos de la lectura y su desarrollo desde la infancia a la adolescencia, en septiembre de 2019 el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián puso en marcha Dysthal, un proyecto pionero en el que hasta la fecha han participado más de 900 niños bilingües de entre 9 y 16 años (de 4º de primaria a 4º de la ESO) de Donostialdea.
Como explica Abraham Sánchez, investigador en el BCBL especializado en Neuropsicología y Neurociencia Cognitiva, “en la primera fase se ha podido observar cómo leen y qué estrategias de lectura siguen. Estos resultados, nos han permitido hacer una clasificación de los tipos de lectura y de lectores, y han servido para que tanto los padres como los propios niños tengan un mejor conocimiento de su nivel de lectura”.
La parte fundamental de la investigación arrancará en los próximos meses y consistirá en que los niños realicen una serie de juegos delante de un ordenador y también en la resonancia magnética, una técnica que como apunta Sánchez “no es invasiva, ni entraña ningún tipo de riesgo para la salud”.
A través de esta tecnología se investigará cómo los circuitos cerebrales sustentan la lectura y sus cambios a lo largo del desarrollo, y también de qué manera las dificultades en la lectura, como por ejemplo la dislexia, podrían ser consecuencia de fallos en los circuitos cerebrales.
Para conseguir su objetivo, el BCBL pide la colaboración de alrededor de 450 niños y niñas de entre 9 y 16 años, cuyo idioma principal sea euskera.
A este respecto, el centro ya ha comenzado a contactar con los centros escolares y algunos padres de los niños que participaron en la primera fase para animarlos a colaborar también en la segunda fase del proyecto. Las familias interesadas en participar en el proyecto pueden ponerse en contacto con el BCBL a través del e-mail [email protected]
Enfoque integral
Los investigadores del centro donostiarra se centrarán, por una parte, en la observación de la estructura del cerebro de los niños dentro de la resonancia magnética para ver de qué manera se relacionan las medidas de la estructura cerebral con las estrategias de lectura. En otra de las sesiones, los participantes realizarán tareas de lectura dentro de la resonancia magnética, lo que como indican los investigadores de BCBL, “permitirá ver qué regiones cerebrales, tanto corticales como subcorticales, tienen un mayor patrón de activación ante uno u otro proceso o ante una determinada tarea”.
Todo ello con el objetivo de generar modelos que hagan posible caracterizar las diversas estrategias de lectura: desde la lectura típica o más común, hasta la atípica, que es más infrecuente e incluye dificultades como la dislexia, así como distintos tipos de estrategias lectoras, para finalmente, poder identificar patrones que puedan establecer de forma temprana el tipo de lector que uno es y ser capaces así de generar adaptaciones tempranas si fuera necesario.
De esta manera, los resultados obtenidos en las pruebas comportamentales y de resonancia magnética y su posterior análisis proporcionarán una comprensión mucho más profunda de los mecanismos neurobiológicos en los que se sustenta la lectura, así como un enfoque integral multinivel para predecir los tipos específicos de capacidad y discapacidad lectora.
En concreto, los nuevos hallazgos provenientes de esta investigación pueden contribuir al diseño de programas de diagnóstico e intervención. En este sentido, el descubrimiento de biomarcadores tempranos es crucial, ya que el diagnóstico temprano permite una intervención temprana con un mejor pronóstico y evita que los niños y las familias sufran. El proyecto abrirá también nuevas vías para investigar otros trastornos relacionados con el desarrollo, como el trastorno específico del lenguaje.
“Se trata de una de las investigaciones de neuroimagen más completas hasta la fecha, ya que aborda todas sus facetas relevantes desde perspectivas tanto neurobiológicas como cognitivas y utilizando las últimas tecnologías en adquisición y análisis de datos de resonancia magnética”, concluye el experto.
El proyecto Dysthal, que se prolongará al menos durante dos años, cuenta con la financiación de La Caixa, que ha destinado medio millón de euros para su desarrollo.
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