El buque de rescate Aita Mari de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario ha zarpado esta mañana tal y como estaba previsto desde el puerto base de Vinaròs (Castellón) rumbo al Mediterráneo Central. Después de haber pasado algunos meses en puerto, Aita Mari vuelve a navegar y la tripulación agradece a la ONG L’Aurora el soporte que ha ofrecido una vez más a lo largo de estos meses.
«Tras superar la inspección de bandera y recibir la última notificación del Gobierno de España, el buque zarpa para seguir salvando vidas», manifiestan desde el Aita Mari.
Con esta singladura da comienzo la novena misión del barco de rescate, la primera de 2023. En su anterior misión, en junio de 2022, Aita Mari rescató a 113 personas.
SMH reconoce que en los últimos meses las trabas políticas que tratan de impedir esta actividad humanitaria son cada vez más fuertes.
Cabe recordar que la ONG se enfrenta ahora a una posible sanción económica por una causa derivada de una inspección en Palermo el 2020. Mientras el caso se encuentra en periodo de alegaciones, el buque no detiene su labor en el mar porque las muertes en el Mediterráneo continúan cada día. En lo que va de año, 104 personas han perdido la vida en el Mediterráneo Central.
Aita Mari lleva operando en el Mediterráneo desde 2019 y, desde entonces, ha realizado ocho misiones con más de 1.000 vidas salvadas.
Según ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, aunque el número de cruces ha disminuido en comparación con el año 2015, son cada vez más frecuentes las travesías con desenlaces fatales. En el año 2021 se registraron alrededor de 3.231 muertes y desapariciones en el mar Mediterráneo y 2.365 en 2022.
La mayoría de estas personas huye de conflictos, escapa de persecuciones y violencia y es víctima de violaciones de sus derechos humanos. Y necesita, por lo tanto, protección internacional.
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