«Solucionar después de tantos años el ámbito de Illunbe ha sido uno de los compromisos de gobierno que tenemos las dos formaciones políticas que gobernamos en San Sebastián», ha explicado esta mañana la concejala Marisol Garmendia, quien cree que el año que viene podrían comenzar las obras de un «Illunbe reformado», «sin un gran centro comercial«. «Probablemente no habrá ni cines, pero habrá un espacio mixto, terciario, con actividades económicas de gran valor, servicios dotacionales para toda la ciudadanía (espacios de coliving y coworking). Y aprovecharemos las sinergias con el parque tecnológico de Miramon».
La Junta de Gobierno Local ha aprobado hoy la novación del contrato de compraventa de las parcelas de Illunbe, que fija las nuevas condiciones que regirán la futura adquisición de este ámbito urbanístico. El objetivo del nuevo contrato, acordado con la UTE adjudicataria, es el redimensionamiento de los usos del proyecto originario superando el modelo comercial, tal y como han explicado el alcalde Eneko Goia y la concejala Marisol Garmendia. «Hoy comienza la cuenta atrás del nuevo Illunbe», ha dicho ésta última. «Un Illunbe adaptado a las necesidades de la ciudadanía donostiarra y a las apuestas estratégicas de la ciudad».
Cabe recordar que el Ayuntamiento aprobó en 2016 la enajenación de dos parcelas en Illunbe a las empresas Larrain, S.L. y Loiola Gestión Inmobiliaria, S.L. por un precio de 22 millones de euros (17 en metálico y 4,9 para la ejecución de las obras de mejora de los accesos al ámbito).
Tal y como ha explicado el alcalde Eneko Goia, «desde entonces hasta ahora muchas cosas han cambiado y ponen en cuestión el modelo comercial» que estaba previsto para este enclave. El alcalde también se ha referido a la pandemia, que ha acelerado este cuestionamiento. «Por todo ello abrimos un plazo para reorientar este proyecto de Illunbe», ha dicho.
De cara al nuevo proyecto por un lado se ha tenido en cuenta la imposibilidad de desarrollar, en el contexto actual, el proyecto original de mix comercial inicialmente planteado por los compradores. Por otro, desde el Consistorio se considera que la propuesta de impulsar un proyecto de viviendas coliving enfocado hacia el alquiler asequible puede resultar de interés por lo que puede suponer para el parque de alquiler y el precio medio del alquiler en la ciudad. Además en el nuevo contrato el adjudicatario se compromete a explorar el posible desarrollo de espacios y actividades compatibles con el Parque Tecnológico de Miramón, una posibilidad que resulta interesante al vincular este ámbito urbanístico con la futura expansión del parque científico.
El Ayuntamiento valora además que este planteamiento puede contribuir a mejorar las prestaciones y utilización del recinto Donostia Arena (no incluido en el contrato de compraventa), por cuanto que la urbanización del entorno puede contribuir a una mejora de los accesos y salidas de evacuación del actual pabellón, lo que repercutirá en una mejora de sus condiciones de cara a futuros usos como recinto multiusos.
Junto a ello, se mantiene la propuesta de las empresas compradoras de ubicar un supermercado en una de las parcelas.
Ello supone tramitar nuevos instrumentos de planeamiento y solicitar nuevas licencias de construcción y actividad, por lo que las dos partes, de mutuo acuerdo, han pospuesto en un año (prorrogable por seis meses) el plazo para la formalización de la escritura pública de compraventa.
Como contraprestación de este aplazamiento, las compradoras abonarán la cantidad de 620.730 euros, y una cantidad proporcional si este aplazamiento se prolonga seis meses más (correspondiente al precio legal del dinero por el tiempo que se aplace la firma de la escritura). Además, en aplicación de las cláusulas del pliego de condiciones que rige el contrato, el Ayuntamiento incautará la garantía establecida como fianza si finalmente se modifican las condiciones del contrato original (340.000 euros).
Todo ello es conforme a las previsiones legales y a las condiciones recogidas en el contrato original, y no supone un cambio de calificación de los dos ámbitos urbanísticos, que seguirán manteniendo su calificación terciaria y en ningún caso pasarán a ser residenciales.
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