El Ayuntamiento quiere sumar olas artificiales a la oferta surfera

«Ocio todo el año», «desestacionalización de la oferta», «mayor profesionalización» y «promoción del producto local». También aclaró el teniente alcalde Ernesto Gasco que aún están «haciendo números», pero raro sería que dentro de esta legislatura Donostia no sume a su oferta de surf una instalación de olas artificiales que podría ir ubicada en Altza, por ejemplo, entre otros posibles emplazamientos periféricos «que deben contar con buenos accesos». También se puede añadir que la instalación será construida por la empresa gipuzkoana Wavegarden, que podría ayudar a combatir la masificación de La Zurriola y que tendrá un coste mínimo diez millones de euros.
La rueda de prensa del Cluster Donostia Surf City ha quedado centrada hoy en un anuncio prácticamente al final de la misma, cuando Ernesto Gasco se ha referido a la posible ubicación en Donostia de una instalación de olas artificiales de la que según parece ya lleva tiempo hablando con el responsable de Wavegarden, José Manuel Odriozola.
Controlado por un moderno software este sistema es capaz de producir una gran variedad de olas de cualquier tamaño y longitud de recorrido con una frecuencia de dos olas cada ocho segundos. Según parece veinte de los mejores surfistas y entrenadores del mundo han probado el denominado Wavegarden Cove.
Hasta ese momento Gasco, Odriozola y dos empresarios más del cluster de surf (representantes de Ocean Sunglasses y una surf eskola) se habían referido a la necesidad de internacionalizar el surf en dos direcciones: el encuentro en Chile de la Red Internacional de Ciudades de Surf y hacia el sur francés. También han comentado que Donostia es el segundo destino para los surferos australianos (detrás de Barcelona) y todos han coincidido en que la masificación de la Zurriola, en cuya regulación se está trabajando de cara a 2018, es el principal problema de esta afición en San Sebastián.