«Son los vándalos los que sabotean el ascensor o es la propia maquinaria que ha fabricado Orona la que no garantiza el funcionamiento del funicular», se preguntaba hace unos días la Asociación de Vecinos de Aiete en referencia al elevador inclinado que une Morlans con el paseo de Lazkano y de ahí con su barrio. El ascensor volvía a estar ayer estropeado.
Las averías se suceden con una «frecuencia inusitada», explica un usuario que de un tiempo a esta parte prefiere subir andando por el vial que cruzar el Morlans para encontrarse al final que el ascensor vuelve a estar estropeado y que tiene que desandar el camino.
De hecho a día de hoy la principal reivindicación pasa ya por que se coloque al inicio del barrio de Morlans una señal que diga si funciona o no el elevador para que los usuarios se ahorren el trayecto si el ascensor está parado.
La asociación Lantxabe se ha dirigido a la concejala Pilar Arana para darle cuenta de esta situación y hacerle las siguientes solicitudes además de la ya citada. Entre otras piden estudiar con DBUS los recorridos de la linea 46 u otras para que algún autobús pase por la plazoleta de Morlans y llegue al funicular. También que en los mapas urbanos de los bidegorris se señale el funicular y las conexiones.
El ascensor inclinado que ya llegó con retraso recorre 143 metros en un minuto con una cabina con cabida para 25 personas y salva una pendiente media del 26,8%.
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