Las trabajadoras de los servicios de limpieza de juzgados y comisarías de Gipuzkoa dan mañana un paso más en su reivindicación de igualdad salarial, por la que llevan 65 días en huelga. Se reunirán en la capital donostiarra con el Ararteko, la Defensoría del Pueblo de Euskadi.
Dada la función del Ararteko de detectar actuaciones incorrectas de la Administración, le pedirán que invite a los Departamentos de Seguridad y Justicia del Gobierno Vasco a acabar con dicha diferencia entre hombres y mujeres, constatable si se compara lo que cobran ellas con lo que perciben los limpiadores viarios, un sector eminentemente masculinizado. Según datos de ELA, dicha brecha salarial es del 13% en comisarías y el 7% en edificios judiciales y centros de menores.
En la reunión, pedida por los sindicatos y las trabajadoras, incidirán en que los tres sectores (comisarias, juzgados y viaria) se dedican a la actividad de la limpieza, y en los tres casos dicha actividad la realizan empresas privadas contratadas por la administración pública. En cambio, las condiciones en las que las plantilla prestan sus servicios “son muy distintas”, explica el sindicato ELA en una nota. “Discriminación salarial de género que se financia con fondos públicos, con el dinero de todas y todos”.
El convenio de comisarias finalizó el 31 de diciembre del 2009, y en el caso de edificios judiciales en el 31 de diciembre de 2017. Es hora de cambiarlo, aseguran desde el sector. Las últimas ofertas de Garbialdi, la firma subcontratada desde el Ejecutivo para la limpieza, “no abordan la problemática de la brecha salarial; es más, la empresa niega reiteradamente su existencia. Se trata de un planteamiento inaceptable e irresponsable”.
Además, ELA acusa los citados departamentos del Gobierno Vasco de no haber querido “reunirse con la parte social para conocer la reivindicación y asumir su parte de responsabilidad en este conflicto. Es más, hasta la fecha, la principal preocupación de ambos departamentos se ha centrado en aumentar los servicios mínimos y en garantizar la limpieza de sus centros, aun a costa de sustituir ilegalmente a trabajadoras en huelga”.
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