(EFE). El buque gipuzkoano de rescate Aita Mari ha soltado amarras en el puerto italiano de Civitavecchia y ha puesto rumbo al Mediterráneo central tras haber desembarcado en la madrugada del sábado a 31 migrantes que había rescatado el miércoles en un bote de madera.
Según ha informado este domingo la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), el buque partió de puerto la noche del sábado tras haber recibido las autorizaciones pertinentes de las autoridades italianas.
El barco ha pasado la costa de Cerdeña y «está preparado para responder a cualquier llamada de auxilio desde el mar», asegura SMH.
El Aita Mari atracó en Civitavecchia sobre las 1.40 del sábado tras dos días de navegación del lugar donde recató a las 31 personas, entre ellas diez niños, y concluyó el desembarco sobre las 4.30 horas.
Durante la mañana del sábado el personal del buque llevó a cabo las labores de desinfección que exigen las autoridades italianas para obtener el certificado sanitario.
Fuentes de la ONG señalaron el sábado que la intención de la tripulación del atunero vasco convertido en buque de rescate era volver a salir este mismo fin de semana para llevar a cabo una nueva misión en aguas del Mediterráneo.
El Aita Mari partió el 10 de febrero desde Vinaròs (Castellón) tras meses en puerto una vez obtuvo a primeros de mes la autorización del Gobierno de España para llevar a cabo su novena operación de rescate.
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