El Aita Mari ha rescatado este mediodía a 60 personas que se encontraban a la deriva en un bote de madera. Se encontraban en aguas internacionales. Los náufragos ya se encuentran a bordo del buque, lo que implica que se suman a las 93 personas auxiliadas ayer (aunque en un primer momento se dijo que eran 80 pero eran 16 mujeres de las cuales tres están embarazadas, 13 menores de 12 años, 24 menores de 18 años y 40 hombres adultos).
A partir de ahora la tripulación de Salvamento Marítimo Humanitario espera que se le asigne un puerto seguro para su desembarco.
Es necesario recordar que los únicos puertos seguros y cercanos son los italianos y malteses. Según la propia Unión Europea, en palabras de su portavoz Mina Andreeva, Libia no es un lugar seguro.
Por otro lado y en cumplimiento con la legislación internacional, el capitán del Aita Mari tiene el derecho a navegar la menor distancia posible.
Recuerda SMH que el Mediterráneo sigue siendo la peor frontera del mundo para las personas migrantes. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en 2019 fallecieron 1.885 personas mientras intentaban cruzar el mar.
«Desde SMH reclamamos que sean las autoridades europeas las que se responsabilicen de mantener un dispositivo de salvamento en esta zona. No pueden seguir descargando esta responsabilidad en un estado fallido como es Libia. Ha quedado probado que este país no tiene capacidad para gestionar un cuerpo de guardacostas ni de responder con los estándares exigidos a las operaciones de rescate», expresa la organización.
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