(EFE). El acusado de arrollar en San Sebastián a una enfermera en un paso de cebra, cuando la mujer se dirigía a trabajar a su centro de trabajo, y de darse a la fuga tras el atropello, se enfrenta a una petición de penas que suman seis años de cárcel por parte de la acusación particular que ejerce la víctima.
Esta parte, representada por la letrada Mari Paz Sa Casado, considera que los hechos son constitutivos de un delito de conducción temeraria en concurso con un delito de lesiones por imprudencia grave, así como de un delito de abandono del lugar del accidente.
La Fiscalía, por su parte, demanda penas que suman tres años y ocho meses de prisión para este hombre. Entre otras penas accesorias, ambas acusaciones solicitan también que el procesado compense a la víctima con más de 24.000 euros, más los correspondientes intereses legales, tanto por los días necesarios para recuperarse como por las secuelas sufridas y los gastos derivados del accidente.
Los hechos sucedieron sobre las 14.40 horas del 9 de septiembre cuando, según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, la víctima descendió de un autobús en la parada de la rotonda situada frente a la Policlínica Gipuzkoa, adonde se dirigía a trabajar.
Poco después, la mujer comenzó a atravesar el paso de cebra existente en este lugar, momento en el que el inculpado, que circulaba en un turismo supuestamente «a velocidad excesiva e inadecuada para la zona» y «sin mantener la diligencia necesaria en la conducción», presuntamente invadió el paso de peatones y atropelló a la víctima, que fue «desplazada más de diez metros por encima del vehículo» para caer luego sobre la vía, una vez sobrepasado el coche.
La Fiscalía sostiene que, tras el arrollamiento, el procesado continuó en su automóvil por el Paseo Miramón, «sin detenerse para auxiliar» a la mujer, hasta llegar al aparcamiento del lugar en el que trabaja, donde se apercibió de que el teléfono de la víctima aún estaba en el cristal delantero del turismo, tras lo que se deshizo del móvil «lanzándolo al jardín de la empresa adyacente».
Seguidamente, volvió a revisar el frontal de su coche para «tratar de cerrar el capó», se agachó para comprobar la situación de los bajos a la altura de la rueda del copiloto y «finalmente se dirigió a su centro de trabajo».
A consecuencia del arrollamiento, la víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico y policontusiones que obligaron a ingresarla en el servicio de cuidados intensivos de un centro hospitalario. Tardó un total de 176 días en recobrarse completamente, a pesar de lo cual sufre distintas secuelas.
Según informaron en su momento fuentes municipales, el acusado fue detenido cinco días más tarde por agentes de la Policía Local de San Sebastián, después de que los testimonios de testigos, así como el visionado de las grabaciones aportadas por las cámaras de seguridad de empresas situadas en las inmediaciones, permitieran identificar al vehículo y al conductor implicados en el incidente.
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