“Los datos son elocuentes. Un 76,4% de los encuestados señala haber sufrido alguna situación discriminatoria frente a un 23,6% que señala no haber vivido nunca una situación así. Son las personas trans y las identidades menos normativas quienes más las padecen. Además los menosprecios, los insultos e incluso las agresiones físicas se producen en espacios públicos o en lugares de ocio”. La concejala de Diversidad, Inclusión e Igualdad Cristina Lagé ha presentado hoy en el Ayuntamiento donostiarra el Informe de realidades LGTBI.
Lagé ha destacado que “este trabajo es totalmente necesario para promover la convivencia basada en la diversidad, incluida la sexual y de género, la no discriminación y la igualdad de oportunidades. Asimismo es un
instrumento valioso para diseñar políticas municipales dirigidas al colectivo, a sus familias y a la ciudadanía en general”.
El estudio, realizado por Zaira García Dafonte, se ha hecho mediante una encuesta electrónica dirigida a personas del colectivo residentes en San Sebastián, entrevistas con agentes estratégicos LGTBI+, personas del colectivo de diferentes perfiles y responsables municipales, además de una sesión de contraste participativa con asociaciones.
Otros datos
Además de lo ya dicho el estudio pone de manifiesto que en los espacios institucionales (sanitario, seguridad ciudadana, administración y justicia y bienestar social) las discriminaciones pasivas (exclusión, falta de apoyo y de servicios especializados, etc) superan ligeramente a las activas.
«Las personas más jóvenes son las que más padecen las agresiones físicas y verbales. En esas edades, además de estar en espacios que no son de libre elección en los que puede haber personas no tolerantes, el control emocional es menor y la disidencia estética y visibilidad es mayor, lo que puede dar lugar a mayor violencia«, han explicado Lagé y Gacía Dafonte.
Entre los datos y las conclusiones obtenidas se deduce que existe una brecha salarial entre gais y lesbianas y el tipo de empleo que ocupan. Las mujeres lesbianas jóvenes, así como las personas de género y orientación no normativa, tienen sueldos más bajos y empleos más precarios y mayor tasa de desempleo.
Necesidades
El ámbito educativo es en el que mayores necesidades se identifican ya que se entiende como una de las grandes claves para el cambio social.
Las personas con ingresos superiores a las 40.000 euros identifican más necesidades en los espacios públicos, de ocio, de seguridad y de educación, probablemente porque tienen las necesidades básicas cubiertas.
Los hombres GTB+ han señalado más discriminaciones que las mujeres LTBI+ Sin embargo, las mujeres han indicado más necesidades que los hombres.
El colectivo trans señala al ámbito laboral como en el que más necesidades tiene. Los altos índices de dependencia económica de las personas trans*, queer y no binarias se vinculan a las dificultades de acceso al empleo.
A la vista del informe los responsables del mismo han sugerido diseñar un marco general con políticas sólidas que involucren a los diferentes departamentos municipales para realizar campañas centradas en las causas de la violencia o discriminación.
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