¿Cuánto sabemos los donostiarras de los orígenes del Día de San Sebastián?, ¿y de la Tamborrada?, más bien poco, según se ha dicho hoy en la presentación del libro ‘425 aniversario del Día de San Sebastián’, un trabajo hecho «con rigor histórico y de forma amena» en palabras del alcalde Eneko Goia, que ha acompañado en la presentación a los autores y a los responsables de la asociación 425, fundada para celebrar este aniversario e ilustrarlo históricamente.
El libro, que será entregado como obsequio por parte del Ayuntamiento a las tamborradas, cuesta seis euros (lo que supone exclusivamente cubrir gastos) y ya se puede comprar en Tamayo, el Aquarium y la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa.
Junto al alcalde han estado en la presentación Ibai Tamayo, Jose Luis Garcia Madinabeitia y Juan Antonio Urbeltz.
A este 425 aniversario de la celebración del Día de Donostia, además, se le suman varios actos y el principal será este mismo jueves a las 18 horas en el salón de plenos del Ayuntamiento donostiarra. Allí la citada asociación homenajeará a las cuatro tamborradas más antiguas: Unión Artesana (1871), Donosti Zarra Antiguako Gazteen Danborrada K.E. (1896), Euskal Billera (1906) y Umore Ona (1908). También a los txistularis y al Orfeón donostiarra. (Solo se puede acudir con invitación y ésta se puede recoger el martes en la Sociedad Fotográfica y el miércoles en Papelería Tamayo).
Hitos
El libro es un descubrimiento para cualquier donostiarra que sea amigo de festejar a su patrón y de la fiesta del 20 de enero. Narra, por ejemplo, la prohibición en 1930 por parte del alcalde de turno (José Antonio Beguiristain) de las tamborradas nocturnas y el revuelo que se organizó. O la convocatoria en 1883 por parte de un periódico donostiarra (La Semana) de un concurso para ponerle letras a la marcha de Sarriegui.
«Los historiadores no se ponen del todo de acuerdo», según han comentado hoy los responsables de 425 Elkartea, pero se cree que la Tamborrada nació cerca de 1836 «de forma espontánea» y debido al influjo que generó en la ciudadanía que la ciudad fuera plaza militar tantos años. «Ya fuera por imitar el cambio de guardia o por acompañarlo» comenzó este desfile que a partir de 1847 ganaría empaque gracias a las obras de Sarriegui.
Mucho antes de eso, cuando la Tamborrada ni se intuía, hubo hitos históricos esenciales para la fiesta. Por ejemplo la peste de 1596. A raíz de la epidemia se decidió que San Sebastián fuera patrón de la ciudad y que se haría una peregrinación a la ermita de San Sebastián en el Antiguo. De víspera, ayuno. Y en 1598, por primera vez, se festejó oficialmente el 20 de enero.
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