La cantante donostiarra Eider Elorza adopta su nombre artístico, Eira, para hablar con Donostitik de su álbum Revelation, del potente panorama del reggae en euskera, de sus comienzos en este género, de su faceta como alumna de canto jazz en Musikene… Eira tiene temas en euskera, castellano e inglés «de forma indistinta». «Según me viene la inspiración, si me nace en un idioma, lo plasmo en esa lengua, y a veces las mezclo». Revelation se puede escuchar y comprar en https://revolutionarybrothers.bandcamp.com/album/eira-revelation.
¿Dónde podemos encontrar Revelation?
El disco ahora mismo está publicado en la plataforma Bandcamp, y desde ahí se puede escuchar on-line, se puede comprar de manera digital para descargártelo en la calidad que tú quieras, y también puedes comprar el CD, que también incluye el formato digital. Por el momento lo tenemos en Bandcamp, no descartamos que más adelante se publique en otras plataformas digitales y que lo tengamos en algún lugar físico.
¿Vais a sacar vinilos?
Por el momento, no; por ahora, CDs, a ver qué tal funciona, y ya veremos. La verdad es que somos muy amantes del vinilo todos nosotros y sería precioso. Además, la portada está hecha a mano y luciría mucho en formato grande. La portada es de Claudia Gallego Moreno, hemos estado trabajando juntas en ella y es muy personal y artesana. Un trabajo bonito, detallista y cuidado.
¿Desde cuándo cantas reggae?
Creo que hará unos seis años, más o menos. En el festival de ‘Gente Que Hace Cosas’, el Djembering, estaba el grupo Black Gamba, y justo ese día Aintzane, la corista, no pudo asistir, y Karlos, el cantante, me subió al escenario para hacer coros. En ese mismo festival tocaba también Soupkgandja Reggae Band, que lideraba Luã Matheus. Su bajista me contactó en ese momento después de escucharme porque estaban buscando corista. Yo no había cantado reggae en mi vida, aunque lo había escuchado y me gustaba, y ahora me encanta y estoy enganchada. Pero me parecieron tan buenos músicos que me pareció imposible decirles que no. Así empecé como corista en Soupkgandja, y cuando se disolvió esa banda, Luã y yo empezamos en formato de dúo como Kaxueira, que empezó a fusionar cada vez más el reggae con otros géneros. Y Luã fue quien me presentó a los Revolutionary Brothers, Unai e Iker.
¿Cuánto hay de los Revolutionary Brothers en este disco?
Suya es la selección de los riddims, las bases, que son de las que ellos suelen pinchar, su lista, su repertorio. Las canciones, menos una, son mías pero han estado implicados en todo el proceso de creación y grabación y también han hecho la mezcla.
Estaba previsto que actuaras en la JamRock Woman el 4 de diciembre para presentar el disco y se ha tenido que atrasar sin fecha.
La JamRock Woman es una iniciativa de los Revolutionary Brothers que surgió por la necesidad de visibilizar la presencia femenina en los escenarios del reggae, situación que ya va cambiando. La última edición se ha tenido que cancelar por el momento, pero se hará más adelante. La cuestión es que la situación no acompaña. Cuando se pueda hacer el concierto en buenas condiciones, se celebrará. Además, me encantaba que fuera a venir Treesha a cantar, una artista que admiro mucho. Es una pena, pero ya vendrán tiempos mejores y lo disfrutaremos.
¿Cómo está el panorama del reggae en euskera?
Hay mucho más de lo que cabría esperar. Aquí tenemos a Beñaranks a tope, Tacumah Reggae Band, Argizulo Dub Station, Hamabi Tribu, Ziztada & Erlantz… que son los primeros que se me ocurren porque son cercanos. Hay mucho colectivo además, están Bassque Reggae Kultur, Iruñerria Jamaica Clash… De hecho, ahora acaba de salir un disco, que se llama Reggaean jarrai, que versiona al reggae canciones típicas vascas. Hay bastantes grupos de reggae en euskera, y de ska. En Euskal Herria tenemos nuestra música tradicional, que tuvo un movimiento cultural muy importante y muy valioso para nuestra cultura con Ez Dok Amairu, pero el hecho de que después el euskera se haya extendido a otros estilos en origen extranjeros ayuda a que esta lengua goce de una situación actual y real en nuestra sociedad y en nuestra cultura.
Estudias como alumna de canto en Musikene.
De canto Jazz. En Musikene puedes estudiar modalidad clásica o modalidad jazz.
También eres actriz.
Sí, pero llevo tiempo sin ejercer. Ahora estoy muy centrada en la música. He estado dando clases de teatro hasta el año pasado en un proyecto muy propio, personal, en el que el ambiente era maravilloso, y yo impartía la técnica de Jorge Eines, el maestro con el que me formé en Madrid. Terminé siendo su ayudante de dirección una temporada y desde que volví a Donosti he estado impartiendo su técnica en diferentes lugares. Pero ahora, como te decía, estoy centrada en la música. Musikene me requiere de mucha atención y tengo ganas de componer cosas nuevas. Musikene es una carrera muy exigente. Estoy trabajando también, imparto clases de canto y de voz, y de música en general.
¿Y de ukelele?
El ukelele lo tengo abandonado. (Risas). Me he ido renovando mucho, he ido experimentando con cosas que me han ido llamando la atención en su momento y me han servido como escalón para un siguiente paso.
¿Cuál es la proporción de inglés en el disco?
No me he roto la cabeza a la hora de escoger idiomas. He ido componiendo según me surgía. Hay más inglés en Revelation, no hemos incluido el castellano, y yo tengo temas en euskera, castellano e inglés de forma indistinta. Si la inspiración nace en una lengua, la plasmo en ese idioma. La mayoría de los temas son de hace ya un tiempo, entonces sí que empecé a escribir más en inglés. Últimamente me está dando más por el euskera y el castellano. De hecho en alguna canción mezclo diferentes idiomas. El inglés al final no deja de ser uno de los idiomas de referencia cuando uno escucha música y es un poco inevitable al final componer con esas sonoridades en las que tú te has inspirado. Pero he descubierto que el euskera también es muy melódico, el castellano por ejemplo me resulta más silábico. Pero es cierto también que me manejo mucho mejor en euskera y el castellano.
¿Te llaman los nuevos ritmos urbanos?
Sí. Siempre he estado bastante ligada al rap, por ejemplo. Es verdad que de primeras no me siento tan tentada al trap, pero siempre y cuando esté bien hecho, todo bien, otra cosa es que surja. Porque si yo no estoy acostumbrada a hacer eso, la creatividad tampoco suele tirar por ahí. Pero no descarto en general nada en mi vida. Me encanta explorar, fusionar y experimentar, pero no me siento identificada de primeras ni con el reggaetón ni con el trap. Con la cultura hip hop, sí, un poco más. Ahora mismo tengo ganas de poner en práctica los conocimientos adquiridos en Musikene y me encanta el neosoul. Viene del soul y está muy mezclado con el hip hop y con el jazz. Me gusta mucho la nueva tendencia a mezclar todo este tipo de estilos con tecnologías digitales, con scratches y con beats, y luego meter una armonía de jazz con sonidos más analógicos… Me parece una pasada.
Cuando llegaste a Donosti, empezaste a cantar en las jams organizadas por los Biurrun.
En ese momento estaban en el Via Fora pero al poco tiempo se trasladaron al Alboka. Gran bar y gran casa para todos nosotros. Ahí he pasado muchas horas y para mí fue importante poder exponerme sin miedo a ser juzgada porque me permitió explorarme mucho como cantante. De alguna forma, al final, era un ambiente muy propicio y conocí a gente muy interesante y con mucha personalidad e inquietudes. Se mezclaban el profesional con el amateur y todo con muchísima diversión, así como mucha implicación por parte del Alboka. Jon siempre ha sido un gran amante de la música.
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