(EFE). La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, asegura «no sentirse maniatada» por tener que gobernar el territorio el año que viene con los presupuestos de 2023 prorrogados, aunque ha reconocido que proyectos como el pabellón del Bidasoa en Irun o el centro de reciclaje de plástico en San Sebastián, «se retrasarán».
«Todos los proyectos que están en marcha y contaban con partida presupuestaria seguirán avanzando» mientras que «en otros casos el calendario se deberá replantear», indica Mendoza en una entrevista que publica este sábado el Diario Vasco.
El ejecutivo foral (PNV-PSE) decidió este pasado lunes retirar su proyecto de presupuestos de 2024 y prorrogar las cuentas de 2023, tras constatar la negativa de todos los grupos políticos de la oposición a apoyar su documento presupuestario.
El gobierno guipuzcoano dispondrá en consecuencia de un presupuesto de 1.130 millones de euros que «posibilitarán a la Diputación trabajar con la máxima ambición», afirma Eider Mendoza, que agrega que «no es la primera vez» que esta situación se da en la institución.
Entre los proyectos que deberán posponerse, ha citado «el Centro de Preparación para la Reutilización de Residuos de Naturklima» que se ubicará en el polígono donostiarra de Eskuzaitzeta o el nuevo pabellón deportivo del Bidasoa en Irun.
La responsable jeltzale ha dicho que su gabinete tiene previsto, por el contrario, sacar adelante una serie de medidas de forma inminente «mediante decretos por vía de urgencia», para que puedan aplicarse desde el 1 de enero.
Será el caso de medidas fiscales como «la deflactación o las ayudas para los autónomos y las familias, que estaban en el proyecto de presupuestos de 2024 y no han sido aprobadas», ha anunciado.
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