El concejal de EH Bildu Markel Ormazabal ha expresado esta mañana la «necesidad» de cambiar de rumbo en Donostia respecto al turismo para «proteger la calidad de vida de los ciudadanos». Y ha enumerado varias propuestas que pasarían por estudiar y consensuar la «capacidad de carga turística» de la ciudad, entre otras ideas.
Donostia está inmersa en la actualización del Plan Director de Turismo 2017-2021 tal y como ha recordado hoy el concejal de EH Bildu Markel Ormazabal. «El modelo turístico que se ha ido desarrollando a lo largo de estos años no es en absoluto sostenible y, si no cambiamos de rumbo, la calidad de vida de los donostiarras saldrá muy perjudicada, como hemos visto en muchas otras ciudades».
El concejal ha recordado que el número de turistas que llegan a Donostia ha marcado un nuevo récord histórico: hasta mayo ha aumentado un 10% respecto al mismo periodo de 2019. Y opina que «este incremento desproporcionado era de esperar, ya que se han seguido ampliando las plazas de alojamientos turísticos: de las 7.652 plazas existentes en 2016 se ha pasado a 11.272 en diciembre de 2021 (+47%), según datos del propio Gobierno municipal».
Desde EH Bildu denuncian «que se siga dando licencias» y enumeran: más de 500 nuevas plazas en dos hostels en el Antiguo, el edificio de Garibai 23 pasará a ser un aparthotel, se está construyendo ya el «Student Hotel» en Riberas (325 plazas), el Hilton en el Bellas Artes, y en breve se empezarán a construir los hoteles de Corazón de María y Pio X en Gros, además de varios en Miraconcha, etc.
Iniciativas
En este contexto EH Bildu hace varias propuestas. Por ejemplo la readecuación de las funciones de la Sociedad «Donostia Turismoa SA» «para que tenga una competencia real sobre los planes de acción del Plan Director de Turismo». También elaborar un informe sobre la «capacidad de carga turística» de la ciudad de Donostia, de determinados barrios o zonas (Parte Vieja, Centro, Gros, Egia, Antiguao, así como sobre el número de visitantes diurnos y pernoctaciones que se pueden recibir sin comprometer la calidad de vida de los donostiarras, entre otros aspectos.
También propone que los indicadores de la capacidad de carga turística (áreas, medidas…) sean consensuados entre los grupos políticos, los vecinas y vecinos de las zonas afectadas y los agentes del sector, modificar las ordenanzas necesarias para la declaración de “zonas saturadas” a nuevos
barrios.
Además EH Bildu recalca la «necesidad de un «plan B»: «Para adelantarnos a las consecuencias de la alta
vulnerabilidad de este sector, como se ha visto en la pandemia, proponemos que se contemplen medidas que faciliten la deriva de los puestos de trabajo vinculados al turismo hacia otros sectores más fuertes y arraigados».
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