Eguzki denunciará ante la Fiscalía de Medio Ambiente el abatimiento por disparo de escopeta este domingo en Jaizkibel de un halcón peregrino. «Otro más», como recuerda la asociación. Según ha trascendido a través de redes sociales el halcón, herido, fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Arizmendi, en Urnieta.
Precisamente hace ahora un año fue abatido otro ejemplar de esta misma especie en Jaizkibel, lo que llevó a la Diputación a cerrar temporalmente determinados puestos de caza, medida que Eguzki considera que también se adoptará en esta ocasión. «Ahora bien, parece evidente que no es suficiente, porque esto es como el día de la marmota. El abatimiento por disparo de especies protegidas no es un hecho aislado, sino algo crónico», inciden los ecologistas.
Hace un año se supo que en la temporada precedente llegaron a Arrano Etxea de Igeldo 33 aves tiroteadas, 21 de las cuales pertenecían a especies protegidas o no cinegéticas. Y cree la asociación que «que estas cifras no son más que la punta del iceberg porque parte de los ejemplares abatidos serán recogidos por quienes les disparan o se perderán entre la maleza».
Reitera Eguzki que «a la Diputación no le gusta que estos hechos trasciendan» y tiene conocimiento de estos hechos cuando algún paseante se encuentra con un ejemplar abatido y lo comunica. «Y ese es el camino que debemos seguir: visibilizar un problema que no es normal y no se debe normalizar«.
«No hay que perder de vista que abatir una especie protegida puede ser delito, castigado incluso con pena de cárcel. También que no es fácil identificar a los delincuentes, ni siquiera cuando están rodeados de cazadores legales”, recuerda Eguzki.
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