Miembros de Eguzki acudieron tras recibir una denuncia ciudadana al lavadero de coches de Lasao para comprobar que, al borde del Urola, hay una tremenda acumulación de basuras. «Por sus características (alfombrillas de coches, neumáticos, pequeños trozos de carrocería…) se veía enseguida que no era basura acarreada por el río, sino que habían sido arrojada desde el lavadero directamente al talud del Urola», afirma Eguzki en un comunicado.
En contacto con la Agencia del Agua, Ura, ésta argumentó a los ecologistas que la vigilancia y el control de vertidos sí son de su competencia, pero la limpieza propiamente dicha debe correr por cuenta de los ayuntamientos, en este caso del de Azpeitia. Y tras unas gestiones el Ayuntamiento envió la brigada municipal, que sacó del río abundante basura como se observa en la imagen.
Desde Eguzki afirman que «lo del lavadero de Lasao es una práctica ilegal continuada». Y apuntan tanto a los usuarios particulares del lavadero que deciden deshacerse de la basura que les sobra arrojándola al río como a la empresa que gestiona la instalación.
«Es verdad que el estado químico y biológico de las aguas del Urola ha mejorado en los últimos años (estaría bueno que siguiésemos igual que hace dos o tres décadas), pero tan cierto como eso es que el de Lasao no es, ni mucho menos, un caso puntual y aislado. Un año más decenas de toneladas de basura terminarán en el río», expresa Eguzki.
En este contexto los ecologistas celebran la actuación del Ayuntamiento de Azpeitia, que ha empezado a colocar 1.050 metros de rejillas en la parte baja de las barandillas que bordean el Urola en el casco urbano para evitar en lo posible que toda la basura que va al suelo termine en el río. Y que va a contratar una empresa para limpiar el Ibai Eder en octubre, de manera profesional. «Para mejorar el río hay que destinar recursos, dinero, como se está haciendo en Azpeitia. Ahí está la clave».
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