Dos enfermeras del Hospital Bidasoa fueron en furgoneta a Ucrania y entregaron unos 40.000 euros en medicación obtenidos exclusivamente gracias a donaciones privadas. No fue tan sencillo ni tan rápido, pero sí «fue eficaz» en palabras de Ana Isabel López Eguilaz, la protagonista de esta historia, alarmada por la situación que pudo presenciar. «Es una guerra y como en todas sufren los heridos y los sanitarios, que no tienen material. Yo no podría soportar trabajar así». Tras el éxito de la primera aventura, «que gracias a Dios salió bien», quiere repetir y ha empezado a recaudar fondos «más allá de familiares y amigos que ya están bastante exprimidos».
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La historia comenzó hace semanas cuando dos circunstancias coincidieron «porque las casualidades no existen». Por un lado Ana Isabel López Eguilaz, enfermera donostiarra que trabaja en el comarcal de Irun y vive en Hendaia, comenzó a recaudar fondos en un chat de antiguos alumnos del colegio francés -nacidos en el 64- para comprar comida y enviarla a Ucrania.
Por otro lado esos días le llegó a través de su amiga Maite Varela, que está en contacto con una mujer ucraniana, la petición del ejército de Ucrania de material sanitario. «El ejército tiene centralizada la atención médica en la ciudad de Dnipró. Ocurre que no tienen nada de medicación y sí muchos heridos», resume la enfermera.
En el chat del colegio planteó la posibilidad de comprar medicamentos en vez de comida tomando como base una lista de productos enviada desde Dnipró. Hubo acuerdo y a raíz de eso comenzaron a llegar más ofertas de ayuda. «Me llamaron desde el ambulatorio de la Parte Vieja, por ejemplo, donde tenían una donación importante de la empresa Giroa y los trabajadores también quisieron colaborar. Y un ginecólogo de Zuatzu, Javier Rodríguez, logró más fondos y compró medicación específica. También colaboraron la farmacia Alberdi de Donostia y la de Irun Petra Aguirre«.
Al final, como ya se ha dicho, la compra ascendió a unos 40.000 euros en medicinas.
Otra enfermera del Hospital Bidasoa se sumó a la parte más arriesgada de la aventura: ir en furgoneta hasta el campo de refugiados de Vyšné Nemecké, en Eslovaquia, e intentar hacer llegar las medicinas al otro lado de la frontera. A Ucrania.
Tras contactar con el campo, donde las acogían durante unos días a cambio de echar una mano, las dos gipuzkoanas se pusieron manos a la obra. Con incertidumbre «y la sensación de una enorme responsabilidad». Tanto hacia quienes esperaban las medicinas como hacia todos aquellos que habían contribuido con esta causa.
A la vez que ellas, pero desde la ciudad ucraniana de Dnipró, a mil kilómetros de la frontera entre Eslovaquia y Ucrania, salió la capitana-médico con la que López Eguilaz está en contacto. Pese a que el viaje de ésta era mucho más corto, ambas misiones llegaron prácticamente a la vez a causa de los bombardeos y demás vicisitudes del territorio en guerra.
El encuentro fue a diez kilómetros de la frontera, dentro del territorio ucraniano, ya que los militares no pueden abandonar el país. Hasta ese punto trasladó a la enfermera (con su cargamento) una persona que mueve material de un lado a otro de la frontera. La dejó allí, donde López Eguilaz se reunió con la capitana-médico, y después de dos o tres horas retornó a Eslovaquia cruzando la frontera. «Volví andando como una refugiada más«.
A los dos días de la entrega le mandaron un vídeo para que se viera cómo habían llegado las medicinas al hospital de Dnipró.
En campo de refugiados de Vyšné Nemecké, en Eslovaquia, permanecieron las dos enfermeras del Hospital Bidasoa trabajando casi una semana en que pudieron constatar la enorme necesidad que hay, entre otras, de psicólogos. «La gente llegaba destrozada».
Respecto a esta aventura, López Eguilaz lo tiene claro: «No tienen medicinas y están desesperados. Esto ha salido bien, gracias a Dios, tengo la prueba de que se puede hacer, es posible. Y es eficaz».
Así que tiene intención de intentar repetir la experiencia y pide ayuda con un número de cuenta al que ya han empezado a llegar las primeras donaciones (Banco Santander: ES49 0049 1144 3820 1001 0518).
LISTADO de medicamentos necesarios:
En caso de contaminación radioactiva: Yoduro de Potasio y Yodo
Medicamentos para Quimioterapia: Los pacientes con cáncer ahora están sin ellos.
Analgésicos fuertes (tabletas e inyecciones): Diclofenaco, Tramadol, Nalbufina, Ketorolaco…
Sedantes de efecto hipnótico: Estazolam, Flurazepam, Zolpidem…
Noradrenalina (en viales)
Pantenol (provitamina B5)
Antiespasmódicos fuertes (ampollas y pastillas): Buscapina/Compositum (con Metamizol)…
Medicamentos contra la diarrea: Loperamida, Fortasec…
Antibióticos/ y de amplio espectro (tabletas e inyecciones): Ampicilina, Amoxicilina, Imipenem, Meropenem, Ertapenem, Levofloxacino, Tetraciclina…
Fármacos para la angina de pecho: Betabloqueantes, Aspirinas, Nitratos…
Antiséptico en polvo
Lidocaína
Seda de sutura: Vicryl 2.0/3.0/4.0…
Insulinas
Kits de Primeros Auxilios
Botiquines militares de primeros auxilios
Vendas elásticas y vendas de malla para apósitos
Vendas Hemostáticas
Apósitos, tiras grandes y quirúrgicas
Férulas
Parches de hidrogel para quemaduras
Pomadas para heridas purulentas y quemaduras
Esponjas de trombina de fibrinógeno
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