(EFE). El hombre acusado de sustraer distintos artículos en una autocaravana aparcada en San Sebastián y de embestir a su dueño cuando intentaba darse a la fuga con una moto también robada ha sido condenado este miércoles a penas que suman dos años y medio de cárcel.
Durante el juicio, celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, el inculpado, de nacionalidad argelina, ha reconocido los hechos por lo que la Fiscalía ha accedido a rebajar su petición de condena desde los siete años y tres meses que pedía inicialmente hasta los dos años y medio de prisión, con los que el procesado se ha mostrado conforme.
El encausado deberá abonar además multas por un importe total de 360 euros y tendrá que realizar 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad.
Los hechos sucedieron sobre las 13.30 horas del 3 de julio de 2024, cuando el acusado forzó la cerradura de la autocaravana que se encontraba estacionada en el aparcamiento de Illunbe y se apropió de un teléfono móvil, una tableta electrónica, una navaja, varias joyas y 490,55 euros.
Según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, el inculpado fue sorprendido por el propietario de la caravana y por la esposa de éste en el exterior del vehículo con la citada tableta en las manos.
Ante las exigencias de los perjudicados para que les reintegrara los objetos robados, el ladrón comenzó a correr y, «haciendo caso omiso de sus requerimientos», se montó en una motocicleta previamente sustraída e intentó escapar.
De esta manera -prosigue el relato de la Fiscalía-, comenzó a circular con la motocicleta, «pese a no haber obtenido nunca la licencia exigida» para manejar este tipo de vehículos, se dirigió hacia el propietario de la caravana, «que no cesaba de pedirle que se detuviera», y le embistió.
No obstante, mientras esta víctima perdía la estabilidad, logró agarrar al acusado y ambos cayeron al suelo, instante en el que el ladrón esgrimió un destornillador y comenzó a amenazarle de muerte tratando de infundirle temor, al tiempo que realizaba varias acometidas con el arma que el propietario de la caravana consiguió esquivar.
Su esposa y una tercera persona intervinieron entonces para ayudarle, mientras el imputado seguía «alzando el destornillador de izquierda a derecha contra todos los presentes, haciendo ademanes de clavarlo», al tiempo que les decía: «¡Te mato, te mato!
Finalmente, los damnificados, junto a otro grupo de personas que se había aproximado al lugar para auxiliarles, «lograron quitarle el destornillador y retenerlo» hasta la llegada de una patrulla policial que arrestó al inculpado y reintegró los objetos sustraídos a sus propietarios, salvo 130 euros que no pudieron ser localizados.
Asimismo, los agentes recuperaron la motocicleta que fue trasladada al deposito municipal de vehículos hasta que su propietario pudo recuperarla.
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