Es un festival paralelo. Humilde. De pequeño formato. Y trufado de mensajes políticos y sociales. Desde el pasado viernes 17 de septiembre hasta el domingo 26 se celebra en distintos espacios de la ciudad la decimotercera edición de Donostiako Zinemaldi Alternatiboa. El certamen cuenta con un total de seis películas que se proyectan al aire libre, todas ellas a las 20 horas. Este fin de semana es el turno de la segunda tanda de largometrajes: “Tijera contra papel” (viernes 24, terraza de Letaman), “África en Cinecicleta” (sábado 25, plaza de la Trinidad) y “Ez, eskerrik asko” (domingo 26, Cristina Enea). La entrada es gratuita en todos los casos.
La iniciativa surgió en 2006 de la mano de un colectivo juvenil de la Parte Vieja y ha pasado por diferentes fases. El testigo lo ha recogido un reducido grupo de amigos que, a su vez, se nutre de una amplia red de colaboradores desinteresados. Todos ellos forman una familia cinéfila y alternativa en la que se propone un enfoque “distinto” y “participativo”, a años luz de la pompa y boato de los grandes festivales. El donostiarra Beñat Apalategi, de 37 años, es uno de sus impulsores. “Intentamos aportar una forma diferente de disfrutar del cine”, explica Beñat. “En esta época de plataformas audiovisuales, ver una película se ha convertido en un acto cada vez más individualista y queremos devolverle al cine su carácter social y participativo proponiendo charlas y temáticas diferentes. Son películas que normalmente no tienen espacio en los circuitos oficiales”, añade.
No tienen un presupuesto previamente asignado y trabajan de manera “autogestionada”. La selección de películas es muy informal: cuando alguien le echa el ojo a alguna propuesta “interesante” lo comenta en el grupo y ven si puede tener cabida en la siguiente edición. No hay más misterio. Tejen alianzas con otras asociaciones como Marruma kulturalak, de Gros, que registra las charlas en su podcast. Venden chapas, camisetas, aceptan donaciones del público… A las sesiones pueden acudir desde los 45 espectadores del día inaugural a una docena. Depende de la película y del día. Pero en el caso de este festival paralelo y underground la cantidad o el tamaño no son baremos determinantes. “A veces con muy poca gente surgen debates muy interesantes”, apunta Beñat, que pone como ejemplo el documental lapurtarra “Rame pour ta planète” donde un grupo de surfistas se enfrenta al cambio climático. Durante la charla se coló el plan del Ayuntamiento de construir olas artificiales en el monte Antondegi.
A nadie se le escapa que coincide de lleno en el tiempo con el Zinemaldia, a quien lanzan una mirada crítica y mordaz empezando por el logo (a la imagen de la Concha le han añadido los típicos huesos cruzados de la bandera pirata) y que continúan con la ocurrente frase de San Sebastian Insurrectionary Fandango Festibala. Beñat cuenta que la puya se les ocurrió cuando el Festival de Cine renovó su imagen en 2018 y apostó por las siglas en inglés SSIFF (San Sebastian International Film Festival). En la nota que enviaron a los medios no pasan por alto la polémica que rodea a Johnny Depp, denunciado por malos tratos por su expareja. En Zinemaldi Alternatiboa hacen suyas las palabras de la Asociación de Mujeres Cineastas y Medios Audiovisuales CIMA, que consideraron un “error” desde el punto de vista ético la decisión de dar el Premio Donostia al actor de «Eduardo Manostijeras» y «Big Fish«. “Es lamentable”, zanjan.
Más allá de las puyas, el festival ha mostrado su inclinación feminista -“nuestra pequeña aportación”- con las proyecciones de «Sin tu permiso» y, ya junto a la asamblea feminista de Gros, “Nosotras, mujeres de Euskalduna”. De lo que queda de festival los organizadores destacan la cita del sábado, “África en Cinecicleta”, del periodista Juan Zavala. Se trata de un documental muy singular en el que una pareja recorre durante más de dos años el continente africano proyectando películas mediante un sistema de pedaleo. 18.000 kilómetros en total, 200 proyecciones en centros culturales y otras sedes. Sus protagonistas, Isabel Segura y Carmelo López, acudirán a la plaza de la Trinidad junto al director.
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