El colectivo Donostiako Piratak se adapta al Covid-19 y en una misma jornada celebrará el Asedio Pirata con varias actividades. Será el lunes 10 de agosto en la plaza de la Trinidad y se podrá disfrutar de música, actuaciones infantiles y el documental Izan Pirata. «Los ciudadanos podremos reunirnos y velar por nuestra comunidad, siempre respetando las medidas de seguridad», aseguraron ayer representantes de Donostiako Piratak. Las entradas habrá que adquirirlas con anterioridad y serán gratuitas. Por otro lado este sábado saldrán a las calles junto con el resto de comisiones de fiestas para reivindicar y defender las fiestas populares.
El 10 de agosto arrancará la programación a las 12 horas con un espectáculo infantil. En la sobremesa, a las 16.30 horas, habrá una actuación musical y a las 19 horas bertsos. A las 22 horas se proyectará el documental Izan Pirata.
Para acceder al recinto será obligatorio el uso de la mascarilla y necesario adquirir las entradas con antelación, online o en los bares Pandora, Platero, Zulo Zahar y Belfast. Cada persona podrá recibir, como mucho, cinco invitaciones. «En el momento de recibir las invitaciones habrá que dar nombre, apellidos y número de teléfono para, si fuera necesario, entregarlos a Osakidetza», explican.
Por otro lado este sábado el colectivo participará junto al resto de comisiones de fiestas en una manifestación para reivindicar y defender las fiestas populares. La cita será a las 12 del mediodía en la entrada del parque Gladys Enea de Egia.
En este sentido critican la gestión del Ayuntamiento, que «una y otra vez ha puesto obstáculos» a todas las opciones y programas alternativos presentados. «Queremos recordar que desde 2003 hemos estado abordando San Sebastián, apostando por las fiestas populares y demostrando que podemos organizar las fiestas con seguridad».
«Como entendemos la gravedad de la situación, hemos respetado las condiciones impuestas por el Ayuntamiento y hemos organizado un programa de un solo día. Hemos reducido el programa con mucha pena«, dicen, aunque reconocen que no sería «responsable impulsar un programa demasiado amplio».
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