Una Zona de Prioridad Residencial, en el Centro donostiarra, a la que únicamente podrán acceder en coche los residentes y autorizados. Los vehículos utilizarán itinerarios perimetrales habilitados para su acceso a aparcamientos de rotación. Y se crearán nuevas zonas verdes para el disfrute en la parte final del Paseo de la Zurriola, en el entorno del túnel del Antiguo… Después el esquema se irá ampliando, en principio por Gros.
No hay plazos definitivos, pero en 2023 Donostia deberá tener parte importante de su movilidad resuelta y de hecho lleva ya tiempo trabajando en este sentido, como han confirmado esta mañana el alcalde Eneko Goia y la concejala de Movilidad Pilar Arana. Y es que ese año (que está a la vuelta de la esquina) ya tiene que estar definida una zona considerada de bajas emisiones. Con este horizonte han presentado esta mañana los representantes municipales un boceto, una declaración de principios, sobre la que van a trabajar. Y está «abierta a las aportaciones».
«El proceso ha empezado. Hay cosas en ejecución que responden a este esquema, las calles San Martín y Zubieta, el enlace de Marrutxipi que libera el río…», ha explicado Goia. «La parte inicial, la zona Centro, debería estar en 2023 y luego iría agrandándose en la superficie». Poner más plazos resulta complicado y además hay «condicionantes» como la obra del topo.
El Ayuntamiento de Donostia ha presentado el nuevo modelo de movilidad de la ciudad, Datorren Donostia, que como ya se dijo en su momento pone el foco en la movilidad de peatones, ciclistas y usuarios de transporte público.
«Queremos para Donostia un nuevo diseño de movilidad acorde con nuestro compromiso con la reducción de emisiones nocivas y con la lucha contra el cambio climático, capaz de mejorar la calidad de vida de los donostiarras», ha expresado el alcalde, añadiendo que el cambio de esquema propiciará la aparición de nuevos espacios para el disfrute como una posible nueva zona verde en el entorno del túnel del Antiguo, otra zona verde en la parte final del paseo de la Zurriola, así como la ampliación del parque de Araba o del Jardín de la Memoria en Riberas de Loiola. Además la red de bidegorris se verá potenciada y ampliada extendiendo el ramal hacia la zona Este de la ciudad (de hecho el próximo año se prevé la ejecución del tramo que enlazará Herrera con Bidebieta).
Desde el Centro a la periferia
El ámbito de la Parte Vieja y el Centro ha servido de inicio para diseñar propuestas concretas, considerando como objetivos principales los ya mencionados.
Esta primera fase va a permitir la creación de una Zona de Prioridad Residencial, a la que únicamente puedan acceder en coche los residentes y autorizados. El resto de vehículos solo podrán utilizar los itinerarios perimetrales habilitados para su acceso a aparcamientos de rotación, pero en ningún caso acceder al interior de esa zona. El sistema estará basado en la utilización de nuevas tecnologías para conocer, por ejemplo, la ocupación de los aparcamientos en tiempo real, y en la utilización de cámaras para la regulación y mantenimiento de las zonas peatonales.
El trabajo que se ha realizado para configurar este esquema ha servido además para repensar el modelo de Centro de ciudad y las funciones de sus vías principales, como por ejemplo la Avenida de la Libertad, que pasaría a contar con un posible bidegorri y a convertirse en vía principal del transporte público, descargando así el tráfico del Boulevard y permitiendo que éste se convierta en una gran avenida de paseo para el disfrute de la ciudadanía.
Transporte público
El transporte público pasará a tener dos grandes ejes (de este a oeste y de norte a sur) con líneas troncales que permitirán que los usuarios lleguen a su destino en un máximo de media hora desde cualquier punto de la ciudad, con lo que las zonas periféricas ganarán en calidad de servicio.
La nueva pasante que se está desarrollando convertirá además el Topo en un elemento central de la red de transporte público urbano, permitiendo la mejora del servicio, ofreciendo un transporte más amplio, eficiente, sostenible y que no sufrirá afecciones por los eventos que se desarrollan en superficie.
Todo ello dará respuesta a las necesidades de conectar los grandes núcleos de trabajo situados en el oeste con los principales núcleos residenciales del Este, además de permitir también una mejor intermodalidad con una conexión más eficiente entre líneas de Dbus, líneas de Topo, estaciones de Dbizi, paradas de taxi o itinerarios de bidegorri para mejorar la movilidad de las personas dentro de la ciudad.
El planteamiento está ya avanzado para el barrio de Gros, que será probablemente la siguiente fase del proyecto una vez culmine la zona Centro. Así pues, se está analizando la implantación de nuevas zonas peatonales, con la posible peatonalización de calles como José María Soroa, o la zona verde en el tramo final del paseo de la Zurriola.
Este planteamiento se irá replicando poco a poco en el resto de la ciudad, de manera que cada una de las áreas urbanas cuente con su propia área restringida y nuevas zonas peatonales y de esparcimiento para sus vecinos.
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