El Pleno del Ayuntamiento de Donostia ha aprobado hoy las nuevas ordenanzas fiscales de la ciudad para 2021. Entre las subidas, destaca el incremento del 1% en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), “y de manera sustancial su recargo por mantener una vivienda vacía de una manera que podríamos definir como recalcitrante”, ha explicado el concejal delegado de Hacienda y Finanzas, Jaime Domínguez-Macaya. Además, “con el objetivo de seguir reduciendo el déficit estructural que tienen dos de nuestros servicios, el saneamiento y la recogida y tratamiento de residuos, incrementan su tasa en un 3%”.
No obstante, ha destacado el edil, a la vez se congela “cualquier subida en la mayoría de los impuestos y tasas”, manteniendo sin incrementos por ejemplo el IAE, los impuestos de vehículos y vados, las terrazas, las playas, la OTA, la grúa, la tasa de agua, y “la mayor parte de las licencias de actividad”.
En total, resume el concejal de Hacienda, “incrementaremos la presión fiscal para el año que viene en un 1,1%”, un porcentaje “similar al IPC previsto para el próximo año y que se encuentra bastante por debajo del PIB previsto”, que es del 1,8%.
Opina que las ordenanzas fiscales diseñadas consiguen “un equilibrio entre lo deseable y lo posible”. “Como siempre, vamos a ayudar más a quien más lo necesitan”, tratando de mantener los servicios de “alta calidad” que los ciudadanos donostiarras “se merecen”.
Según el representante del Gobierno municipal, “somos conscientes de que estamos ante una situación muy especial”, ya que, “como consecuencia de la terrible pandemia que estamos padeciendo, estamos sufriendo unos efectos, tanto para el ámbito privado como para el público, que seguramente no tienen parangón en los últimos 80 años. Las caídas de la recaudación pública” y más factores “así lo demuestran”. Cree que se saldrá entre todos, pero hay que actuar “con paso tan firme como prudente”.
Cuatro modificaciones
En la tramitación de las ordenanzas sí ha habido acuerdo entre el Gobierno Municipal y algunos grupos de la oposición para introducir 4 modificaciones, una de ellas relacionada con la bonificaciones propuestas en las ordenanzas fiscales en vigor sobre la tasa de mesas y sillas. Un acuerdo con Elkarrekin Donostia supuso la aprobación de la enmienda que presentó dicho grupo para que la tasa por la viñeta de aparcamiento de residente no se incremente el 10% previsto a las personas perceptoras de RGI y AES.
Asimismo, los grupos que conforman el Gobierno Municipal (EAJ-PNV y PSE-EE) han acordado una enmienda transaccional con EH Bildu para modificar las bonificaciones propuestas en las ordenanzas fiscales en vigor sobre la tasa de mesas y sillas. El Gobierno Municipal acordó a principios de verano una bonificación del 66% en la citada tasa por la falta de actividad durante los 4 meses en los que no han podido hacer uso debido a la Covid-19, que seguirá siendo del 66% para los establecimientos hosteleros que tengan 11 mesas o más, mientras que para aquellos que tengan 10 o menos recibirán una bonificación del 90%. Además, aquellos establecimientos hosteleros que tengan que cerrar debido a la COVID 19 durante más de una semana, recibirán una bonificación del 99% de la tasa que se aplicará a los días que dure el cierre.
Del mismo modo, el Gobierno Municipal ha acordado otras dos modificaciones con EH Bildu y Elkarrekin Donostia que requerirán de una nueva tramitación para su aprobación y entrada en vigor. Se trata, por una parte, de una propuesta para incrementar un 50% la tasa por la emisión de la licencia de actividad para pisos turísticos; y por otra, del incremento de un 3% en la tasa por la solicitud de licencia para obra mayor.
Tirón de orejas a la oposición
A pesar de todo, ha lamentado Domínguez-Macaya que en torno a dos tercios de las propuestas y enmiendas de los grupos de la oposición, analizadas por la Secretaría del Pleno (“que es la que determina la legalidad o no de las mismas”), han sido declaradas “no ajustadas a derecho, y por tanto imposibles de aprobar”.
“Puedo entender que la oposición quiera proponer cosas nuevas”, pero “no se puede pasar de la innovación al voluntarismo”, es decir creer más en la voluntad de que algo pase que en las posibilidades reales. Las obligaciones para el contribuyente “tienen que moverse dentro de las normas de las que nos hemos dotado”, señala. Sí ha agradecido que hayan podido llegar a “algunos” citados acuerdos con los sectores no gobernantes.
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