«El soterramiento del topo en el centro de Donostia nos permite soñar con nuevas zonas urbanas de calidad y con peatonalizaciones que hoy son impensables». Así se ha referido el alcalde Eneko Goia a la recuperación de los 21.000 metros cuadrados desde el entorno de la plaza Easo hasta Morlans. Mucho terreno para una ciudad como San Sebastián. Posibilidades, todas. Hoy se hablaba de parques, viviendas y espacios públicos por poner ejemplos.
Esta tarde se ha dado el primer paso con un convenio entre Goia y la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras Arantxa Tapia en calidad de presidenta del ente público Euskal Trenbide Sarea (ETS). El convenio, por cuatro años, busca sentar las bases y empezar a trabajar por medio de una comisión. Hasta que las obras de soterramiento no terminen, no podrán desafectarse los suelos calificados como sistema general ferroviario, pero podrá haber mucho trabajo avanzado en la consecución de una nueva zona centro para la ciudad. Como ejemplo está Loiola, donde se han urbanizado 17.600 metros cuadrados como parte de la integración del ferrocarril en el entorno urbano.
«No debemos olvidar, sin embargo, que hasta aquí hemos llegado por una obra ferroviaria encaminada a hacernos más competitivos y a facilitarnos la vida», ha querido dejar claro Arantxa Tapia. Y ha recordado que «la variante del Topo posibilita la conexión de la red ferroviaria intercomarcal uniendo el centro de la ciudad a los tráficos ferroviarios entre Eibar-Zumaia-Lasarte-Donostia e Irun-Hendaia. El proyecto incluye la construcción de tres nuevas estaciones en Benta Berri, La Concha-Centro y Easo». Y una vez finalizadas las obras comenzará la conversión de la parcela situada entre la Calle Autonomía y el Paseo Errondo que hoy se empieza a diseñar.
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