En una noche espléndida Donostia y los donostiarras fueron iluminados por las fogatas en la víspera de San Juan, que no perdonó barrio sin fuego. Desde Morlans a Sagües y desde Intxaurrondo al Paseo Nuevo las fogatas cumplieron horarios y en todas se repitieron las escenas de apuntes estudiantiles quemados, danzas, algún que otro disfraz… y en algunos barrios sumaron sardinadas y toros de fuego, entre otros atractivos para la noche más corta del año.
Las fogatas tomaron de nuevo la Zurriola, donde grupos de amigos repitieron la tradición de años anteriores pertrechados de neveras e incluso parrillas entre los más lanzados.
Una noche, en fin, mágica, con mucho trabajo para los servicios de seguridad, eso sí, pendientes de que a nadie se le fuera la hoguera de las manos.
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