Da la sensación de que con el encendido de las luces han llegado el invierno y la Navidad a Donostia, todo a la vez, y eso que hoy ha hecho un día francamente bueno. Sea como sea la ciudad ya se ha encendido y en este 2016 ha habido un epicentro para la ‘puesta en marcha’ de los símbolos navideños, la plaza de Cervantes, donde se ha instalado el que promete ser emblema de estas fechas por muchos años: la bola de diez metros de altura diseñada por unos estudiantes de Arquitectura y de Ingeniería de la UPV. Allí, con los primeros cánticos navideños, se ha dado cita un buen grupo de donostiarras para ver la novedad. Mientras, por el resto de plazas, calles y barrios también se ha extendido el calor de estas fechas.
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