Todos los vecinos de la Parte Vieja y parte importante del resto de Donostia se han dado cita esta pasada noche para conmemorar la quema de San Sebastián el 31 de agosto de 1813 a manos de las tropas inglesas y portuguesas, un capítulo trágico que se conmemora año tras año de forma solemne con un apagón y el encendido de velas en la única calle que sobrevivió al incendio. Pero el evento organizado por Kainoieta ha empezado horas antes del apagón de las 21.30 horas con recreaciones históricas. El acercamiento de las tropas aliadas desde el Kursaal, el asalto a la Brecha y el asalto al castillo en la plaza Zuloaga han sido los capítulos seguidos por cientos de curiosos.
Este año la festividad ha incluido un homenaje a Zaporeak y a Kresala y el paseo con las antorchas ha sido acompañado desde Santa María hasta San Vicente por los coros Santa Cecilia y Gaztelupe.
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