«Estamos en condiciones de aguantar», ha dicho hoy el alcalde Eneko Goia preguntado por la subida de precios y sus consecuencias en la política municipal. Pese a ese «aguante», Goia ha reconocido que es probable que haya que cambiar los plazos de algunas inversiones debido a esta «menor capacidad de ahorro corriente».
Iluminar las calles, calentar las piscinas de los polideportivos o pagar el gasóleo de los autobuses cuesta más cada día tal y como ha ilustrado el alcalde, que ha llegado a decir que las facturas de luz del Ayuntamiento se han «doblado».
Esta situación exige un esfuerzo para cuadrar las cuentas y además el aumento que ha supuesto el Fondo Foral de Financiación Municipal no compensa el que han sufrido los costes. Hay que sumar otro hecho citado por el alcalde, «los desfases» de algunas inversiones que ya figuraban en el presupuesto de 2022, y que vuelven a ser licitadas ahora con contratos contratos más caros.
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