Desempolvarse de encima un mes y medio de encierro y lanzarse a la calle a estirar los músculos notando el aire en la cara bien merece un madrugón. No eran muchos los donostiarras, pero sí unos cuantos y a primera hora de la mañana se notaba en la calle un ambiente distinto. Desde hoy el confinamiento da una nueva tregua. En esta ocasión para los mayores de 14 años que quieren estirar las piernas, de 6 a 10 y de 20 a 23 horas, y para los mayores de 70 años y dependientes de 10 a 12 y de 19 a 20. Los menores de catorce años pueden mantener sus salidas de 12 a 19 horas.
En este contexto de «alivio», tal y como se ha denominado, el Ayuntamiento de la ciudad ha optado por abrir los parques históricos (Ulia, Aiete, Urgull, Cristina Enea y Ametzagaina) y las playas donostiarras. El enclave más esperado por muchos menores que indudablemente hoy pisarán los arenales. Aunque sea para un paseo de una hora que seguro se hace corto.
Cabe tener muy presentes las normas ya que la vida no ha vuelto a la normalidad y de hecho Ertzaintza y Guardia municipal también circulaban hoy por Donostia desde primera hora: los deportistas no profesionales (a los que se añaden los paseantes) de más de 14 años que saldrán en el horario citado (de 6 a 10 y de 20 a 23 horas) pueden moverse dentro del municipio y no tienen un límite temporal más allá del que impone la franja horaria aunque sólo pueden salir una vez al día. Debe ser deporte individual y sin contacto. Aunque los paseantes sí pueden ir acompañados por una persona con la que convivan y pueden alejarse sólo un kilómetro de su casa.
Los niños mantienen las normas de no separarse más allá de un kilómetro de su casa, durante una hora como mucho y con un solo adulto. Y una sola vez al día.
Los mayores de 70 años y dependientes pueden salir con una persona con la que convivan o con un cuidador. Y también una vez al día.
Cabe recordar que estas normas no afectan a los municipios de menos de 5.000 habitantes.
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