Ahora sí. Donostia ha estallado en fiestas y ni la lluvia (menos molesta de lo que cabía esperar por el momento) ha restado un ápice de locura y emoción a la medianoche.
Con la Plaza de la Constitución a rebosar, con los trajes de soldado y cantineras y las marchas de Sarriegui, con la piel de gallina y entre coros ha comenzado el Día de San Sebastián puntualmente y se ha extendido como una mecha al resto de la ciudad, donde hasta mañana se vivirá el día más grande.
Tenían la premisa los tamborreros de Gaztelubide y el centenar de los representantes de otras tamborradas de que la izada fuera este año más un poco corta y así ha sido. Ha durado menos de 40 minutos y además de la Marcha de San Sebastian se han escuchado Diana, Caballería de Gallos, Palca, Retreta, Caballería de Viejas e Iryaren. Todas bajo el bastón de mando de José Ramón Mendizabal ‘Mendi’ y con las coreografías del grupo Kresala.
Abajo, en la plaza, se ha bailado desde el primero hasta el último himno. Y es sólo el inicio. Ahora, sí, Donostia está de fiesta.
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