Pese a la intensa lluvia, la huelga feminista del 30N ha terminado de manera muy notoria en Donostia con una manifestación que ha partido del Antiguo pasadas las 18 horas con miles de mujeres (y de hombres) paraguas en mano, con pancartas y consignas, en dirección al Centro.
Cabe recordar que el paro estaba convocado por los sindicatos ELA, LAB, STEILAS, ESK, EHNE, ETXALDE, CGT e HIRU con el el Movimiento Feminista de Euskal Herria y hacía hincapié en el tema de los cuidados. «Aquí nos encontramos con una paradoja, ya que las mujeres que no pueden hacer huelga porque están trabajando en cuidados, porque no tienen derecho a la huelga o porque se les han impuesto servicios abusivos, no se contabilizarán en los datos de quienes la han hecho», manifestaba esta mañana LAB.
La huelga se ha notado en los servicios públicos vascos, sobre todo en la educación, mientras que ha tenido poco eco en el sector privado como la industria y el comercio. En todo caso la huelga ha sido calificada de «histórica» por las convocantes por su valor cualitativo y por la participación en las manifestaciones, aunque su incidencia laboral no haya sido grande.
Según los datos del Gobierno Vasco, en Educación el 37,9 % de los funcionarios docentes de centros públicos ha secundado la huelga. Según las convocantes habría sido más de la mitad. Y en el caso de las escuelas concertadas el seguimiento habría sido superior al 75 % en las ikastolas en Euskadi, según los sindicatos, y menor en los centros de iniciativa social.
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