7.000 personas cuyas vidas se vieron truncadas a causa de la Guerra Civil, algunas fallecidas, otras desaparecidas, muchas encarceladas, han quedado registradas en la página web Donostia 1936-1945 presentada hoy en la sede de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que ha sido la encargada de elaborar este trabajo intenso de recuperación de la memoria con la colaboración del Ayuntamiento. Un trabajo que queda abierto a nuevas incorporaciones y que indagará también en las vulneraciones de derechos que se dieron después de 1945.
Familiares de las víctimas han acompañado hoy a las autoridades del Ayuntamiento donostiarra y al antropólogo y forense Paco Etxeberria, al presidente de Aranzadi Jokin Otamendi y al investigador Javier Buces. Muchos de ellos han sido colaboradores esenciales en el trabajo que han realizado los investigadores.
Para cumplir con esta tarea se han escaneado 6.000 documentos entre documentos personales y oficiales sobre casi 7.000 personas. El 14% de los casos se refiere a mujeres, el 30% a fallecidos que fueron ejecutados, fusilados o muertos en prisión; el 53% a encarcelados, el 18% a víctimas de persecuciones…
Las biografías se pueden ver en la página web, que hoy ha visto la luz y que como ya se ha dicho es un trabajo abierto. Un verdadero tesoro para quienes quieran indagar en el pasado reciente de sus familias y para los investigadores.
Con trabajos como éste se lleva a la práctica «la búsqueda de la reparación», ha expresado el alcalde Eneko Goia, quien se ha referido a una frase dicha por el Papa Francisco en la entrevista de ayer a Jordi Évole: «Nunca hay paz con muertos escondidos».
Por su parte Paco Etxeberria ha destacado la importancia de la colaboración de las autoridades para que se blanquee lo ocurrido en la Guerra Civil y se ha referido a casos concretos como el de Fernando Sasiain, último alcalde republicano, que tuvo que exiliarse y terminó muriendo en un psiquiátrico de Palencia, y a hitos como el hallazgo de una fosa en Zaldibia. «Hablamos con el diputado general y nos dijo que si teníamos algún problema a la hora de trabajar le llamáramos. Eso no ocurre en todas partes».
Por su parte el investigador Javier Buces ha explicado que no todos los archivos resultan fácilmente ‘visitables’ y que éste es el principal motivo de que aún haya mucho que saber de la época 1936-45. En ocasiones es simple desconocimiento lo que lleva a los propietarios a vetar la entrada de los investigadores y en ocasiones se trata de otros asuntos. «El archivo de la Guardia Civil siempre ha sido complicado aunque ahora nos tratan mejor», ha apuntillado Etxeberria.
Como ya se ha dicho la información de la página web es accesible y cuenta con un sencillo buscador que lleva a la persona por la que se consulta. Gran parte del trabajo ya está hecha.
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