Ya ha sido devuelta al mar en la playa de La Concha de Oropesa del Mar de Castellón la tortuga Donosti, un ejemplar juvenil de ‘Caretta caretta’ o ‘tortuga boba’ que acaba así su largo y complejo proceso de recuperación emprendido desde que fue rescatada hace cuatro años en aguas de la costa vasca y en el que han participado numerosos especialistas de distintos centros conservacionistas de orillas del Atlántico y del Mediterráneo. Tal y como ha expresado el Aquarium en un comunicado la historia de este animal es un ejemplo de las amenazas a la que está sometida está especie.
Donosti fue recogida por el Servicio de Guardacostas en Bermeo el 29 de abril de 2014 debido a que estaba herida y fue trasladada al centro de recuperación de Fauna Silvestre de Gorliz (Bizkaia) para su recuperación. El animal pesaba 2.405 gramos y presentaba una herida necrosada en la aleta delantera izquierda motivada por arrastre con una red de pesca. A pesar del tratamiento los responsables del centro tuvieron que amputar la aleta delantera izquierda.
En diciembre de 2014 la tortuga llegó al Aquarium de San Sebastián para su recuperación y exposición en el área del Oceanario como referente de Educación Ambiental. El ejemplar llegó con un peso de 3.851,5 kg.
Una vez en el Aquarium los técnicos del Departamento de Biología comenzaron el trabajo de reeducación para recuperar la capacidad de natación de la tortuga en las cuarentenas del Aquarium con el objetivo de que cogiera fuerza y se pudiera exhibir en el Oceanario.
Los responsables del departamento valoraron la posibilidad de implantar una prótesis elaborada por una impresora 3D en sustitución de la aleta. Pero debido a que el muñón es muy pequeño se hizo dificultoso el encaje de la prótesis, por lo que se desestimó la idea.
Después de un periodo de adaptación en las cuarentenas la tortuga fue trasladada al Oceanario, de 1.500.000 litros, junto a las 40 especies que se exhiben en este precioso tanque de fauna del Atlántico, además de 2 tiburones toro. Durante un periodo de dos años más de 600.000 personas han podido observar la buena adaptación de esta tortuga en las instalaciones y más de 80.000 niños han conocido su historia, que ellos bautizaron cariñosamente con el nombre Donosti.
Después de un largo proceso de cuidado de este ejemplar con una alimentación adaptada a sus necesidades, el quelonio aumentando su peso corporal hasta los once kilos.
El Aquarium decidió entonces, debido a su excelente relación con el Oceanográfico de Valencia, «que es un referente en recuperación de tortugas en el Mediterráneo», trasladar la tortuga para su puesta en libertad.
Donosti llegó al centro e ingresó en el área de Conservación y Recuperación del Mar (ARCA del Mar), donde tras ocho meses de estancia y readaptación se concluyó el proceso de recuperación iniciado en Donosti. Con más de 17 kilos la tortuga estaba preparada para salir de nuevo al mar.
Se decidió que para volver a la libertad sería mejor soltarla en el Mediterráneo, un mar más tranquilo y área natural de distribución de esta especie. Donosti tiene así más posibilidades de supervivencia e incluso podría encontrarse con otros ejemplares más fácilmente para reproducirse.
La tortuga ya ha sido devuelta al mar.
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