La Diputación de Gipuzkoa destinará 8,5 millones de euros a retirar de los ríos del territorio durante los próximos 15 años un total de 228 obstáculos de sus cuencas y afluentes, lo que triplicará la longitud actual de los tramos navegables. Así presentaron ayer el Plan Director de Permeabilización de Obstáculos de Gipuzkoa 2020-2035 el diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, y el director de Obras Hidráulicas.
El plan prevé incrementar los actuales 193 kilómetros de cauces fluviales accesibles en unos 420, por lo que en 2035 se prevé contar con más de 610 kilómetros de longitud total sin problemas de conectividad. «La presencia de obstáculos en los ríos y la consecuente disminución de caudal es un problema medioambiental», manifestó Asensio al respecto.
De los 228 obstáculos que se eliminarán o se convertirán en permeables a través de elementos como rampas, escalas o diques, la mitad están situada en el río Oria, 39 en el Urola, 38 en el Deba, 21 en el Oiartzun, 12 en el Urumea y 4 en el Bidasoa.
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