La Diputación Foral de Gipuzkoa ha valorado positivamente el auto dictado por el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº3 de Tolosa, en el que decreta el sobreseimiento provisional y el archivo de la denuncia interpuesta por Eguzki y Landarlan contra los trabajos de realización en la sierra de Aralar de la pista hasta la manga del Saltarri. Concretamente, los enmarcados en el proyecto de ordenación y restauración de accesos a las chabolas desde la majada de Intzansao a Goroskintxu. El diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural, Jabier Larrañaga, ha destacado que el auto establece “de forma contundente” que la actuación realizada por el departamento la pasada legislatura cumplió “con todos los requisitos legales».
La denuncia se dirigió contra la directora de Montes y Medio Natural Arantxa Ariztimuño, el entonces director de Medio Ambiente José Felix Asensio, ya fallecido, y el a la sazón presidente de la Mancomunidad de Enirio-Aralar, José Miguel Santamaría. El auto afirma de forma textual que las decisiones adoptadas no pueden calificarse de “arbitrarias”, que “el procedimiento para la aprobación del proyecto se ajustó a la legalidad vigente”, y que “su ejecución siempre se realizó junto con un plan de vigilancia medioambiental”. Recuerda que de forma “previa a su aprobación se realizaron numerosas juntas generales en las que participó la Mancomunidad”, “numerosas consultas a las sociedades ecologistas”, “así como numerosas exposiciones ante la opinión pública”.
Además, el Juzgado refrenda que el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Aralar “permite la realización de vías viarias en determinadas condiciones”, siempre que sean autorizadas por la dirección de Montes y Medio Natural de la Diputación, como es el caso, y que “no debe obviarse que el proyecto tenía como objeto adaptar los accesos ya existentes, restaurar las zonas de pasto, afectadas por las rodadas fuera de camino, y establecer un acceso (…) para favorecer la actividad ganadera en la zona y su conservación”. Por último, el auto señala que el proyecto ha cumplido con el “Plan de Vigilancia Ambiental” de la CAV, y que no se han producido “impactos adversos o apreciables que afecten al medio ambiente y especialmente a la integridad (…) del Parque Natural, sus hábitats y especies de interés”.
Larrañaga ha recalcado que las pistas han sido “claves” para “dignificar las condiciones de las personas que viven y trabajan en el entorno de Aralar, dando solución a las enormes dificultades de accesibilidad que afrontaban. Han respondido a una petición que venían realizando dutante años. La actividad del pastoreo y la ganadería ha sido la que ha moldeado este hábitat durante siglos, y la que ha permitido que llegue hasta nuestros días tal y como lo conocemos hoy. Es un activo fundamental para mantener los valores naturales, paisajísticos y culturales de Aralar, y debemos facilitar su supervivencia. En un momento en el que el sector está necesitado de relevo generacional, debemos dar facilidades para ese relevo, y no poner más trabas”, ha explicado.
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