Con la apertura hacia África como nueva tendencia, el 0,7 en el horizonte (hoy es el 0,59) y el bache de la crisis aparentemente superado, la cooperación gipuzkoana camina a paso firme, según sus responsables, que afirman que éste es un Territorio «muy solidario». La Diputación ha convocado las ayudas a la cooperación, que ascenderán en 2018 a 3.488.000 euros y buscan dar recursos a organizaciones más pequeñas que hasta ahora quedaban fuera y cuya importancia en el tejido social de los países que apoyan es esencial. La convocatoria ha sido presentada esta mañana por el diputado Denis Itxaso y el director de Cooperación Fernando San Martin, acompañados ambos por representantes de la asociación estudiantil Ohana, que desarrolla un proyecto muy interesante en Camboya, y de Cruz Roja, que está teniendo éxito en un tema tan peliagudo como el de la mutilación genital en Mali.
Las subvenciones de 2018 llegan agrupadas en cuatro áreas: proyectos en países empobrecidos del Sur con una dotación de 2.128.000 euros; proyectos educativos para la transformación social con 600.000 euros; acciones puntuales de transformación social (local o internacional) con 400.000 euros -aquí es donde tienen más cabida las organizaciones pequeñas, según han explicado los presentes- y ayudas de emergencia (con 360.ooo euros previstos y tres convocatorias a lo largo del año por el carácter no programable de esta área).
A la vez que se ha presentado la nueva convocatoria, por primera vez el ente foral ha presentado un folleto con todos los proyectos que las organizaciones gipuzkoanas pudieron desarrollar el pasado año, un total de medio centenar.
Al respecto los presentes han destacado que tras plantear un nuevo rumbo en la cooperación gipuzkoana se ha logrado aumentar en más de un 50% la participación de organizaciones y en cerca de un 90% el número de proyectos aprobados. «Hemos pasado de 27 proyectos aprobados en 2015 a los 51 aprobados en 2017 y de 52 entidades que concurrieron en 2015 a 90 en 2017», han expresado Itxaso y San Martin.
Hoy se han destacado dos proyectos en concreto. La Asociación Estudiantil Oihana recibió el pasado año una subvención de 18.000 euros para el proyecto ALDAZANK, dirigido a una comunidad de mujeres abandonadas, violadas y que sufrieron malos tratos que viven en la isla Koh Kor (Camboya) y que han encontrado por medio de la moda una importante posibilidad de subsistencia.
Por otro lado Cruz Roja Gipuzkoa recibió una subvención de 63.001,50 euros para prevenir las prácticas de escisión y promoción de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres del distrito sanitario de Markala, Círculo de Ségou, región de Ségou, Mali. Algo que no resulta fácil cuando la mutilación genital es, además de una aberración desde el punto de vista de la salud, un negocio para las mujeres que se encargan de practicarla. Sin embargo Cruz Roja ya ha logrado que en tres pueblos de Mali hayan decidido erradicarla y incluso vayan a penarla.
En otro orden de cosas la Coordinadora de ONG de Euskadi cumple en 2018 30 años y engloba a 83 organizaciones en este Territorio, más allá de que algunas no figuran en este registro.
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