El pasado 28 de julio el Centro de Interpretación de Ulía cumplió 10 años. Durante toda una década esta dotación municipal gestionada por Fundación Cristina Enea ha trabajado para acercar la naturaleza y la historia del monte Ulía a la ciudadanía a través de actividades y propuestas dirigidas a todo tipo de públicos.
Oihana Orkolaga, responsable del Centro de Interpretación, echa la mirada atrás para valorar este recorrido, y recuerda que «el objetivo siempre ha sido ofrecer información sobre este entorno privilegiado de manera atractiva y agradable», y añade que la cooperación con agentes y asociaciones que venían trabajando desde hacía varios años en Ulía «fue algo indispensable y una experiencia enriquecedora» para poder acceder a todo ese conocimiento y ofrecer información útil desde el Centro de Interpretación.
30.000 personas han visitado en estos 10 años el Centro de Interpretación, ubicado en la parte alta del monte Ulía, muy cerca del restaurante.
30.000 personas que han podido disfrutar tanto de la exposición permanente sobre la flora, la fauna y la historia de Ulía, como de las muestras temporales que permiten conocer más a fondo aspectos menos conocidos del monte, así como de los talleres, charlas y excursiones que se han venido organizando a lo largo de esta década.
De todas las exposiciones temporales que se han organizado, Orkolaga recuerda con especial cariño «la dedicada a Josetxo Mayor, una persona que dedicó más de media vida a limpiar, acondicionar y crear caminos para poder caminar por Ulía, o la que realizamos sobre la figura del ingeniero Torres Quevedo, creador del pionero transbordador aéreo que hubo en Ulía».
Durante estos 10 años la agenda de actividades del Centro de Interpretación ha ido elaborando una programación que se ha adecuado, también, a aspectos más concretos del entorno de Ulía, con el objetivo de atraer cada vez a más gente, y sobre todo, con gustos e intereses variados. «Hemos organizado excursiones para conocer la geología de Ulía, talleres de identificación y anillamiento de aves, salidas en barco para observar los acantilados, incluso baños de bosque que persiguen disminuir los niveles de estrés de la ciudadanía… y para los amantes del deporte, hemos diseñado varios circuitos de orientación, a través de los cuales, pueden visitar los rincones más escondidos y desconocidos de Ulía, al tiempo que realizan deporte».
Según señala Orkolaga, se ha intentado combinar actividades didácticas y lúdicas con otras más técnicas o específicas, abarcando cada vez más aspectos, con el objetivo de «ofrecer una visión ámplia y completa de Ulía».
Además de la ciudadanía en general, otro de los públicos que más ha visitado el Centro de Interpretación de Ulía ha sido el escolar. «Las actividades que hemos integrado en nuestra Oferta Educativa pretenden acercar al público escolar aspectos relacionados con la naturaleza y el monte Ulía, de una manera muy didáctica, e incluso lúdica, y la verdad es que suelen tener mucho éxito». Reflejo de ese éxito son los más de 600 grupos escolares, la mayoría de San Sebastián pero también del resto del territorio gipuzkoano, que han reservado alguna actividad educativa en Ulía durante estos años.
Como retos para el futuro, Orkolaga señala que tiene especial interés en «seguir adecuando el espacio que rodea el Centro de Interpretación, completándolo y enriqueciéndolo con elementos didácticos como la huerta o el oasis de mariposas ya existentes», sin olvidar hacer todo lo posible para que tanto el Centro de Interpretación como el propio monte Ulía dejen de ser desconocidas para una gran parte de la población.
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