«Confinados» se adentra hoy en el hogar de la familia Benavente, residente en Errenteria, que lleva desde el pasado domingo 15 de marzo confinada en su casa. Nos atiende Amaia, una joven de 26 años, ingeniera biomédica en una empresa estadounidense del sector sanitario. Concretamente Amaia da soporte a la fabricación de implantes de marcapasos y desfibriladores automáticos implantables en los hospitales.
¿Cuántos sois en la familia?
En mi casa somos tres. Mi padre, mi madre y yo.
¿Desde que día estáis encerrados?
Estamos confinados desde el día 15 de marzo. La víspera ya se decía que iba a empezar el confinamiento y aprovechamos a dar un paseo los 3 juntos en familia, por San Marcos. Como somos de Errenteria tenemos el monte cerca y pensamos que era mejor ir allí a tomar aire fresco que a cualquier calle a relacionarnos con gente.
¿Alguno de vosotros sale a trabajar?
Mi padre sí que esta yendo a trabajar. Trabaja en un taller mecánico, pero le han cambiado el horario. Antes hacía jornada partida y ahora tiene jornada intensiva de 7 a 15 horas. Mi madre no sale a trabajar. En mi caso teletrabajo por las mañanas, pero no puedo hacer todo porque parte de mi actividad es en los hospitales y ahora mismo no se puede ir.
¿Podéis ser positivo alguno?
Creemos que no. En mi caso hasta que nos confinaron he estado trabajando en los hospitales de Donostia, Pamplona, Basurto… pero no he tenido ningún tipo de síntoma, ni tos, ni fiebre. Quien sabe. Dicen que la gente joven puede ser asintomática.
¿De qué espacio disponéis?
La casa no es muy grande pero para tres personas esta bien. Tenemos un piso de 70 metros cuadrados incluyendo un balcón tipo pasillo que solo tiene 1 metro de ancho pero unos seis o siete metros de largo. Aprovecho y hago ejercicio en el balcón, ejercicios que no requieren de mucho espacio pero que si te organizas bien suponen mucho esfuerzo. Ejercicios de entrenamiento funcional, flexiones, abdominales, sentadillas, estiramientos, algo de yoga…
¿Como habéis planteado la compra?
Antes del confinamiento hacíamos la compra una vez a la semana. Íbamos o mi padre o yo con mi madre al supermercado del barrio con un carro y hacíamos la compra semanal en un día. Ahora prácticamente hacemos lo mismo, no hemos cambiado mucho los hábitos. Sigue yendo mi madre, pero ahora va ella sola, y trae lo que sea necesario.
¿Qué temes más de este encierro?
No temo por mí, ya que soy una chica joven, no soy población de riesgo y vivo con mis padres que rondan los 55-60 años y tampoco lo son. Además son los dos deportistas.
Mi abuela es mayor, está en una residencia y ella es la que más nos preocupa, pero de momento en su residencia, en San Ignacio, no hay ningún positivo, están todos bien y bastante aislados.
Nos preocupa la situación en general de la sociedad. La gente que se ha contagiado, la situación de las familias que lo están pasando mal, la angustia que se vive en los hospitales con todos los sanitarios haciendo un esfuerzo brutal y metiendo muchas horas para ayudar…
Cuando consigamos salir de esta entiendo que habrá una crisis económica. Entiendo que esto no es solo el ahora, sino el mañana. No es miedo, es más preocupación.
¿Qué es lo que peor lleváis?
Tras ocho días de confinamiento no hay nada que lleve nada mal. Por suerte puedo teletrabajar, estoy entretenida, me gusta mucho hacer deporte todos los días, tengo Netflix, HBO, un ambiente agradable, nos reímos mucho, hablamos, de momento no llevo mal. Si tengo que elegir algo que llevo peor es no salir de casa a tomar el aire o a quedar con mis amigos a tomar una cerveza. O no poder coger mi piragua porque soy piragüista profesional.
¿Como transcurre el día a día?
Madrugo menos que antes y sobre las 9 horas me pongo con el ordenador. Reuniones, proyectos… termino sobre la hora de comer e intentamos comer los tres juntos.
Mi padre se echa la siesta, mi madre lee y yo hago deporte. Y sobre las 19 horas leo, veo alguna serie.. Algunos días he hecho yoga después de cenar con mi madre para relajarnos e irnos a dormir tranquilas.
El fin de semana hacemos al revés. Deporte por la mañana, siesta, vídeo llamadas, bailar con los vecinos…
¿Hay algo positivo en este confinamiento?
Realmente no es una situación que nadie hubiera imaginado, a mí al menos me parece algo surrealista y hay gente que lo está pasando muy mal.
Se pueden sacar dos cosas positivas. A nivel individual todos tenemos una oportunidad de conocernos, aprender a estar con nosotros mismos, estar tranquilos, aprender a aburrirnos…
Por otro lado espero que esto nos una y empecemos a valorar lo que de verdad es importante. De hecho a las 20 de la tarde nos ponemos todos a aplaudir a los sanitarios, dependientas, todos los que están ahí.
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