El escritor Aitor Ventureira, fanático de la naturaleza y la mitología vasca, ha pasado el confinamiento en su casa de Tolosa junto a su mujer, Zulema, sus dos hijos y una nueva mascota. Teletrabajo y juegos infantiles han nutrido días muy completos pero con añoranzas.
¿Cuántos sois en la familia?
Somos 5, Irati de 9 años, Eneko de 7 años, Zulema, Aitor y una mascota de 5 meses, un conejo que se llama Pelusa…. pero que acabamos de descubrir que mejor sería llamarle Peluso.
¿Desde qué días estáis confinados?
Desde el viernes 13, desde que cerraron los colegios. De los cinco sólo he salido yo y en contadas ocasiones (a sacar la basura, a la farmacia y a hacer alguna compra).
¿Salís a trabajar?
Por suerte podemos teletrabajar los dos. La empresa de mi mujer se ha englobado dentro de las denominadas de actividades esenciales y yo sigo escribiendo desde casa. Entre otras publicaciones en Donostitik.
¿Podéis ser positivo alguno?
No, no hemos tenido ninguno de los síntomas y al no haber pisado la calle más que para lo básico no hemos tenido muchas posibilidades de contagio.
¿De qué espacio disponéis en casa?
De unos 85 metros cuadrados de los que 5 son de balcón… así que lo aprovechamos mucho para comer, cenar, dibujar, hacer manualidades y jugar. Desde el balcón se ven las montañas y eso nos ha ayudado a que estos días hayan sido más llevaderos.
¿Cómo habéis planteado la compra?
No habíamos comprado nunca online y la verdad es que no creo que lo volvamos a hacer… Mucha lista de espera para recibir la compra y en la última entrega nos sorprendió que las medidas de protección de los repartidores brillaban por su ausencia. Así que ahora salgo cada dos semanas a comprar y tiramos mucho de congelador.
¿Qué temes más de este encierro?
La incertidumbre de lo que va a pasar con el virus y la recesión económica que vendrá luego. También nos preocupa la vuelta al cole de los peques y las nuevas costumbres que tendremos que adoptar en el día a día. También tememos que pueda haber un rebrote…
¿Qué es lo que peor has llevado del confinamiento?
La distancia de nuestros seres queridos. Aunque todos se encuentran bien, la distancia es dura. Mi madre y mis sobrinos viven en otra provincia a la que no podremos ir hasta el mes que viene como pronto. Además mi cuñado vive en otro país y tampoco sabemos cuándo podremos volver a verle. Y aunque afortunadamente no nos ha tocado nadie cercano, ha sido muy duro ver la cantidad de gente que ha muerto y se ha contagiado, detrás de la que hay muchísimas familias. Desde aquí mandamos un fuerte abrazo a todas esas familias.
Hemos echado mucho menos los paseos por el bosque y la montaña, el poder respirar aire puro y la mar.
¿Cómo transcurre el día a día?
Intentamos seguir una rutina, poner el despertador, desayunar y ponernos a la faena… Los mayores a trabajar y los peques con los deberes escolares. También nos ocupa bastante tiempo cuidar a la mascota, de la que se encargan Irati y Eneko. Después de la jornada laboral intentamos jugar y aprovechar el tiempo juntos, reírnos, bailar, hacer teatro, repostería, contar cuentos…
¿Hay algo positivo en este confinamiento?
Sí, sobre todo el poder pasar tiempo juntos, disfrutar de muchísimos momentos especiales. Darnos cuenta de lo importante que es el carpe diem, disfrutar del momento y de las pequeñas grandes cosas. Este confinamiento marcará un punto de inflexión en nuestras vidas.
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