DonostiTik se traslada a Errenteria, donde nos recibe la familia Álvarez junto a su perro Pantxo. Están confinados aunque el hijo, Víctor, sale a trabajar o a pasear a su perro. Las nuevas normas impuestas por el Gobierno en relación a los trabajos esenciales han dejado al padre de familia en casa. Hablamos con Víctor, un joven que trabaja en el Aquarium de Donostia cuidando de los peces que viven su confinamiento de manera particular, ya que tampoco ellos reciben visitantes.
¿Cuántos sois en la familia?
En casa somos tres personas y mi perro Pantxo.
¿Desde qué día estáis encerrados?
Creo que como todo el mundo estamos confinados desde el día 15 de marzo, que es cuando empezó oficialmente.
¿Salís a trabajar?
Hasta el día 30 salíamos a trabajar mi aita y yo. Pero ahora, desde que solo pueden salir las personas que tienen un trabajo «esencial», solo salgo yo. Y sólo algunos días porque hacemos servicios mínimos.
¿Podéis ser positivo alguno?
Esperemos que no. Pero nunca se sabe, de momento no tenemos ninguno ningún síntoma, pero saliendo a la calle siempre existe el riesgo.
¿De qué espacio disponéis?
Tenemos una casa normal, tirando a pequeña, con un balcón pequeño. Lo bueno es que al balcón le da el sol casi todo el día, así que aprovechamos para tomar un poco el aire y que nos dé el sol.
¿Cómo habéis planteado la compra?
La compra la hacemos una vez a la semana. Cerca de casa hay un supermercado bastante grande, así que no tenemos que coger el coche. Y si a lo largo de la semana necesitamos algo más, vamos a alguna tienda pequeña del barrio.
¿Qué temes más de este encierro?
Lo que más temo es que algún ser querido se infecte. De momento toda la gente cercana esta sana y espero que siga siendo así y que el número de contagios siga bajando.
También me preocupan las posibles consecuencias económicas que conlleve este confinamiento. Y en menor medida temo que se esto se alargue más de lo que pensamos y que pasemos el verano en casa.
¿Qué es lo que peor lleváis?
Lo que peor llevo es no poder salir de casa y no poder ver a mis seres queridos, familia, amigos, pareja… la verdad es que soy muy callejero y lo de estar en casa no me ha gustado nunca. Ir al monte con el perro y tomar algo con los amigos es lo que más echo de menos. Así que creo que serán las primeras cosas que haga al salir.
¿Cómo transcurre el día a día?
El día a día varía dependiendo de si trabajo o no. Los días que voy a trabajar me levanto pronto y para cuando vuelvo ya son las cinco o las seis de la tarde, dependiendo del horario que tenga, así que ese día ya se hace más ameno. Por la tarde descanso, veo alguna serie o hago algo de ejercicio. Por la noche, después de cenar, saco al perro. Es bastante miedoso así que agradece que haya poca gente en la calle.
Si no trabajo el día se hace más duro. Por la mañana intento hacer algo productivo, recoger la habitación, limpiar algo y algunas cosas que se me van ocurriendo. Hice una mesa para el balcón para poder almorzar en la calle. El otro día se nos rompió el lavavajillas y estuvimos toda la mañana arreglándolo.
Por la tarde hago un poco de ejercicio, a veces también hago yoga, lo combino con ver una serie o hacer alguna vídeo llamada con algún amigo. Hemos empezado a hacer pintxopote por skype los jueves, y bueno, así se pasan los días más rápido.
¿Hay algo positivo en este confinamiento?
No sé si realmente hay algo positivo en esto del confinamiento, pero si tuviese que decir algo es que creo que la gente ha empezado a valorar puestos de trabajo que antes pasaban más desapercibidos. Personal de limpieza, cajeras de supermercados, trabajadores del primer sector, camioneros, repartidores… antes nadie pensaba en ellos y ahora se está viendo que son imprescindibles. Espero que después de esto se les valore más y mejoren sus condiciones de trabajo. Además espero que los que nos gobiernan se den cuenta que no pueden recortar en sanidad y que apuesten por una sanidad pública de calidad.
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