Cerca del 70% de los ciudadanos vascos siente ahora un mayor deseo de ayudar a las personas de su comunidad. Y la mayoría no cree que sea de buen ciudadano señalar a quien incumple las normas. Son sólo dos conclusiones de las muchas que ha obtenido la Cátedra Deusto Cities Lab con la iniciativa PREST, que tenía como objetivo recopilar datos del momento presente, analizar tendencias e identificar oportunidades en un contexto de incertidumbre como el generado por la pandemia.
Esta investigación recoge las experiencias, aprendizajes y prácticas de la ciudadanía vasca (por medio de una encuesta) y de las personas responsables de instituciones, empresas y entidades sociales (por medio de un panel) a lo largo de la pandemia. El resumen de dicha iniciativa está ya disponible en la web: citieslab.deusto.es
En la iniciativa participaron Gobierno Vasco, Diputación Foral de Gipuzkoa, Ayuntamiento de Bilbao, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, Iberdrola, Fundación BBK, Fundación Kutxa, BBVA, Fundación Elecnor, Bilbao Port y Ferrovial Servicios con la Universidad de Deusto.
Conclusiones de la ciudadanía vasca:
1) Con la crisis del coronavirus, cerca del 70% siente ahora un mayor deseo de ayudar a las personas de su comunidad.
2) La mayoría no cree que sea de buen ciudadano señalar a quien incumple las normas.
3) La confianza en el sistema sanitario ha subido un 58%. Un 13% ha incrementado su confianza en el sistema educativo.
4) La ciudadanía vasca quiere mantener las costumbres de salud pública que se han ido desarrollando durante el confinamiento: quedarse en casa si se tiene algún síntoma para no contagiar o lavarse las manos muchas veces al día.
5) Ahora, la gran mayoría intenta comprar más en tiendas de proximidad, pero la mitad mira más los precios y las ofertas. De hecho 6 de cada 10 se verá obligado a recortar gastos para hacer frente a la crisis.
6) Durante el confinamiento, los cierres que más han afectado a la ciudadanía vasca son el de los comercios locales y el de los centros de trabajo.
7) En la “nueva normalidad” la ciudadanía no confía en que haya la higiene necesaria para garantizar la seguridad en muchos espacios públicos. Aunque se percibe más seguridad en los espacios cerrados (centros de salud, colegios, etc.) que en los abiertos (calles, playas, etc.).
8) A la mayoría le gustaría que el nuevo modelo de ciudad incluyera más personal sanitario, comercios locales y carriles de bici, pero menos coches.
9) Entre los diferentes servicios urbanos, ahora la prioridad es la seguridad pública y la limpieza de las calles.
10) Pocos creen que cambiarán su forma de movilidad, aunque un tercio se moverá más a pie.
11) La ciudadanía vasca considera que, tras la crisis, la mayoría de Euskadi comparte la preocupación por las personas vulnerables y el cuidado de las personas mayores. Por el contrario, no cree que la protección de la cultura sea una preocupación extendida.
12) Una amplia mayoría cree que la crisis del coronavirus supondrá mayor desigualdad entre pobres y ricos y, casi la mitad, entre jóvenes y mayores.
13) Al 70% le da seguridad que el Estado pueda restringir la libertad de movimientos para proteger la salud. Incluso una mayoría estaría dispuesta a renunciar a ciertos derechos para luchar también contra el cambio climático y la violencia machista.
14) El 80% cree que la reconstrucción social y económica depende principalmente de las instituciones vascas y estatales. La prioridad de las empresas e instituciones en ayuda social debiera de ser la protección de los más vulnerables.
15) Para ayudar en esta reconstrucción, la mayoría está dispuesta a apoyar el comercio local y a tener hábitos más respetuosos con el medioambiente, pero no a pagar más impuestos ni a reducir su salario
Conclusiones de las instituciones, empresas y entidades sociales:
1) Las mayores dificultades que han encontrado las personas responsables de instituciones, empresas y entidades sociales, en su día a día durante el confinamiento, han sido: la falta de interacción con otras personas; la falta de libertad de movimiento; la irrupción abrupta del teletrabajo como nueva forma de trabajar; el distanciamiento de familiares y amistades; la dificultad para conciliar las labores familiares y de trabajo.
2) Los elementos que más han ayudado a dichas personas a sobrellevar el confinamiento han sido: la familia, con la que se ha logrado estar más tiempo; el teletrabajo, que ha ayudado a seguir con las rutinas anteriores, seguir percibiendo ingresos y llenar el tiempo; y las tecnologías, que han permitido mantener la comunicación entre amigos y familiares, dar paso al teletrabajo, disfrutar del ocio…
3) Las cosas que más se han echado de menos durante el confinamiento: la libertad de movimiento y de viajar; los encuentros con amistades y familia; las relaciones interpersonales en el trabajo y en la calle (vida social)
4) Lo que más preocupa a las las personas responsables de instituciones, empresas y entidades sociales de cara al futuro es: la situación económica actual y la que se avecina; la evolución de la situación sanitaria; y los efectos sociales de la crisis (pobreza y desigualdad).
5) Lo que gustaría que cambiara: los cambios deberán venir por un cambio en la persona; más solidaridad; mayor protagonismo a la sanidad y a los servicios públicos.
6) Las iniciativas que sus organizaciones han puesto en marcha en este período se han centrado en: la organización del teletrabajo; el cambio en los formatos y contenidos de productos y servicios prestados; la atención prioritaria a las personas; la atención y vigilancia de la evolución de los acontecimientos.
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