Agentes de la Ertzaintza han detenido en Irun al conductor de un turismo de 25 años por un delito de atentado contra agentes de la autoridad y alcoholemia. El arrestado no obedeció a las indicaciones de los agentes para que detuviera su vehículo cuando vieron signos de que podía haberse visto implicado en un accidente, y llegó a arrollar con su coche a un ertzaina.
Alrededor de las siete de la mañana de ayer, sábado, una patrulla de la Ertzaintza que circulaba por la Avenida Arizmendi de Irun vio a un automóvil que circulaba con una rueda pinchada y tenía un fuerte golpe en el parachoques delantero. A su conductor se le hicieron señales tanto luminosas como acústicas para que se detuviera, pero hizo caso omiso.
En su marcha el citado conductor golpeó a un coche estacionado y, poco después, accedió a un garaje seguido por los ertzainas.
Dentro del aparcamiento el sospechoso siguió sin obedecer a las indicaciones que le realizaban para que parara, y realizó maniobras con su turismo para impedir que los agentes pudieran acceder a su interior. Llegó a golpear a un ertzaina que intento entrar por la puerta del copiloto y salió despedido contra una pared.
Finalmente uno de los policías logró entrar en el vehículo y quitar la llave de contacto. Acto seguido los agentes detuvieron al joven, quien se resistió de forma activa con patadas y manotazos. Posteriormente, el agente arrollado fue atendido en un centro hospitalario.
Según se pudo saber más tarde, antes de cruzarse con la dotación de la Ertzaintza, el detenido había tenido un accidente con otro automóvil en la calle Alberto Larzabal.
El arrestado, en la prueba de alcoholemia que se le realizó en dependencias policiales, arrojó unas tasas de 0,78 y 0,73 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando el máximo permitido es de 0,25 miligramos.
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