(EFE). La Policía Nacional ha detenido a dos personas, una de ellas en la localidad de guipuzcoana de Itsasondo y otra en Avilés (Asturias), por presuntamente difundir mensajes y postulados del autodenominado Estado Islámico.
En ambos casos los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional este viernes, que ha decretado su ingreso en prisión.
La investigación en uno de los casos comenzó a principios de este año cuando los agentes especializados en lucha contra el terrorismo detectaron a un individuo en Itsasondo que elaboraba y difundía material radical y violento de corte yihadista, informa la Policía Nacional en una nota.
Fue en la madrugada de este martes cuando los agentes detuvieron a esta persona, además de registrar su domicilio y dos vehículos en los que se ha intervenido material informático que está siendo analizado.
La Policía constató que el hombre se relacionaba con varios perfiles yihadistas situados en zonas de conflicto, y que visualizaba de forma masiva gran cantidad de material violento y de enaltecimiento al terrorismo.
Entre sus comentarios figuraban alabanzas a los muyahidines. También alentaba a cometer atentados terroristas y llegó a expresar su deseo de hacer la yihad y convertirse en mártir.
El arrestado, a quien se le imputan los delitos de adoctrinamiento y autocapacitación terrorista, tomaba medidas de seguridad para evitar que los servicios policiales lo detectaran, como programas informáticos que le permitían realizar una navegación segura.
En el caso de Avilés, la Policía identificó a un individuo radicalizado que lanzaba proclamas a favor del yihadismo en redes sociales, donde contaba con muchos seguidores a los que remitía este tipo de contenido.
El detenido exteriorizaba de forma abierta su odio a todo lo occidental y su forma de vida e incitaba de forma directa la realización de la yihad, mientras que también llamaba al levantamiento de los musulmanes en Melilla y se mostraba a favor de la causa palestina.
Los agentes registraron dos domicilios e intervinieron diverso material informático que continúa analizándose.
En su caso, se le imputan delitos de autoadoctrinamiento, autoadiestramiento y enaltecimiento terrorista.
Como en el anterior caso, también adoptaba medidas de seguridad para evitar la detección de los agentes policiales.
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