Despedida de Carlos Martínez: «La Real Sociedad es mi vida»

Acompañado por su mujer Lydia, sus compañeros y técnicos del primer equipo, los responsables deportivos y miembros del Consejo de Administración, Carlos Martínez compareció ayer en el Estadio de Anoeta ante los medios de comunicación arropado también por el presidente del club, Jokin Aperribay. El dirigente realista dedicó unas emotivas palabras para Carlos, que dejará la Real una vez finalice su contrato el próximo 30 de junio. “Entraste en Zubieta hace 18 años, es una vida en la Real. Formas parte de una generación que he conocido de cerca, llena de valores y con un sentido humano increíble. Tu generación es un ejemplo en la Real y para la Real. Espero que te lleves lo mejor del club. Has ayudado a construir también lo mejor de la Real. Gracias por lo que has aportado, por cómo has sido, por cómo eres. Ésta es tu casa y siempre lo será”, le ha dicho Aperribay.
Carlos Martínez, visiblemente emocionado pero aguantando el tipo, ha reconocido que le va a costar no ver a diario a sus compañeros e ir a Zubieta. «La Real es mi vida, vine aquí con 14 años, he pasado por todas las categorías y cada día he salido con este escudo en el corazón. Estoy orgulloso de lo que he hecho y de cómo lo he hecho. Estos 18 años, más que parte de mi vida, van a ser mi vida. Me voy de la Real, pero la Real siempre estará en mí», ha afirmado.
El de Lodosa tuvo palabras de agradecimiento para su mujer, sus padres, todos los compañeros con los que ha compartido vestuario… “Ésta es mi vida y gracias a ellos ha sido más mucho más bonita”. Se acordó de tres grandes amigos que ya no están a su lado, Xabier Flores, Mario Soravilla y Tximist. “Todos ellos han sido motivaciones para mí y espero que estén orgullosos de lo que he hecho. La Real es mi vida y vaya donde vaya será lo primero para mí. Les deseo lo mejor a mis compañeros. Ha sido un placer y os llevare siempre conmigo”. La abarrotada sala de prensa rompió a aplaudir.
Carlos tratará de apurar sus opciones para poder despedirse de corto de una afición que le ha hecho sentirse muy querido.