Desde este pasado lunes Alex Larrodé, historiador del Aquarium donostiarra, trabaja junto a su equipo para desenterrar hueso por hueso el cachalote de 15 metros de longitud que quedó varado en la playa de Zarautz el 28 de agosto del 2011.
El mes pasado se realizó una cata para comprobar el estado de los huesos y, una vez se vio que estaban en buenas condiciones, se programó para esta semana el desenterramiento.
Hace 12 años la ballena fue enterrada en una zanja realizada en Hernani y, para facilitar su extracción posterior, se cubrió con una capa de grava.
Durante estos días y con ayuda de una excavadora se ha ido retirando la arena y la grava hasta localizar uno por uno los huesos del cachalote. Se ha recuperado alrededor del 80%. Algunos huesos en muy buen estado, otros no tanto.
El destino próximo de este material será el pabellón que tiene el Aquarium donostiarra en el barrio de Intxaurrondo para su futura restauración.
Se trata de un ejemplar benjamín de cachalote porque tenía los dientes sin desgastar. Suelen hacer vida en solitario. Son muy comunes en nuestra costa y son capaces de sumergirse hasta los 3.000 metros y estar dos horas sin salir a la superficie.
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